¿Es posible que otra dictadura vuelva a implantarse en un país como Alemania? Esta es la pregunta que La ola, todo un experimento y una estimulante ópera prima, quiere responder. El enigma nos lleva a un instituto actual, un búnquer de acero e impersonal por donde corretean niños y adolescentes, las gentes y los políticos del futuro. La figura del maestro, de especial interés tras La clase, aparece aquí con un protagonista bohemio, un rebelde que quiere dar clases diferentes y simpatizar con el alumnado. La táctica se tambaleará cuando, para analizar el término 'autocracia', el profesor invente una especie de régimen dictatorial, con su simbología e ideología, ante unos bachilleres entusiasmados, sobrepasados, confundidos. El arranque es perfecto y La ola reflexiona sobre el estudiantado actual, el papel del profesor como pedagogo y/o colega, la dialéctica política (con sus buenas intenciones y eufemismos), el poder de persuasión y la manipulación que ejercen entre sí las personas, la objetividad en la enseñanza o la falsa moral que esconden las bandas que se definen con actos bandálicos y terroristas. El debate es de gran complejidad y la película lo presenta con una historia ágil, narrada con una estética y unos personajes jóvenes; una reinvención del cine juvenil en pos de un discurso mayor. Una loable cinta con un final sorprendente, juego de drama social y thriller juvenil, una digna sucesora de la también alemana Los edukadores.
La ola demuestra que lo entretenido puede ser también comprometido. Con un film de tales características, es una lástima que la crítica y el público haya prestado más atención a La clase, una película maniquea que adolece de teatralidad y discurso confuso. La ola tiene todos los ingredientes para ser un título de culto para muchos colectivos adolescentes, además de un nuevo modelo de cine alemán, lejos de la pulcritud narrativa y formal de Sophie Scholl o El hundimiento. La ola es carne de cineclubes y coloquios, un ejercicio muy sano que, por desgracia, no está demasiado de moda. Recuperen, aunque sea por un día, la experiencia de ver un film en compañía y pasar toda una tarde comentando los entresijos del film y las reminiscencias del mismo con una realidad que nos atañe a todos. El plan perfecto.
Qué gran película sobre el alienamiento de las masas y cómo una idea inocente e puede convertir en la peor de las amenazas.
ResponderEliminarSaludos
Sin duda, Alemania sigue mostrando que es or hoy la industria europea mas innovadora e interesante de la actualidad. Desplazando a mas de un paso a la italiana y sueca y poniendose al tu por tu con la francesa
ResponderEliminarSeguro que la veré. Gracias por la recomendación. Un saludo
ResponderEliminarEste verano he visto "La Ola" y he revisado "Semilla de Maldad", "Semillas de rencor" y "Elephant", todas muy recomendables. Si el tema "adolescentes-instituto" se aborda de forma inteligente y con sensibilidad, este tipo de películas se disfruta muchísimo.
ResponderEliminar“La Ola” consigue retratar a la perfección una dictadura a pequeña escala: los fanáticos; los que se rebelan; los que, al final, se acaban integrando en el grupo por miedo al rechazo, además, del poder del líder, la simbología, la indumentaria, el odio al diferente, etc.
El juego instructivo y aparentemente inocente, que el profesor va ideando para sus estudiantes, se le acaba yendo de las manos porque la adolescencia es una etapa compleja y cada alumno es un mundo. Queda muy clarito, pues, que enseñar, pero sobre todo educar, son tareas muy complicadas.
PD: Xavi, te he enviado un e-mail al correo de la urv con la lista prometida.
Me quité las ganas después el cine debate que comenté el otro día y ayer mismo la vi. Muy buen film y concuerdo casi al 100% contigo!, ¿por qué casi? pues porque a mí particularmente La Clase me llegó muchísimo. Es un film que no se puede ver desde el ojo del cine sino desde el ojo del documental, me parece que da mucho más para el debate que esta... pero bueno es un muy buen film.Casi como que le damos la misma nota eh!
ResponderEliminarAdemás de la evidente reflexión aquí apuntada, a mi personalmente la peli me llamó a reflexionar sobre los objetivos más pragmáticos de los educadores (los reales, de aquí y ahora). Si en el fondo, inconscientemente, no están deseando tener una clase disciplinada y obediente, sin rebeldes ácratas que jodan el ORDEN. Una palabra que me acojona... será la edad.
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