Los vaticinios se cumplieron: Antichrist, pese a su insistente promoción en televisión y páginas web (es número 9 en el ranking de taquilla), no llegó al cine de mi pueblo (ojo: el multicine tiene 11 salas para 22000 habitantes, más los turistas que visitan la Costa Dorada y las tierras del Ebro). Al fan de pro, consciente de formar parte de una minoría, le quedan pocas opciones: ver la cinta por Internet (de peor calidad, en otro idioma, con unos subtítulos pésimos), esperar a que la cinta termine su carrera comercial y llegue a los cines pequeños (un milagro poco habitual), viajar a la ciudad más cercana donde la proyecten (sin carnet de conducir, el tour, entrada incluída, no bajaría de los 20 euros) o directamente morderse las uñas hasta la salida del dvd (con suerte, en navidades). Paralelamente, un canal de pago de los que no puedo gozar empezaba a emitir la segunda temporada de Mad Men, serie reputadísima. Para sorpresa de los programadores, el estreno de la serie no interesó a nadie. La respuesta está clara: quienes quisieron ver Mad Men la vieron por otros medios, seguramente en inglés y, sobre todo, más pronto. Cuando la serie aterrice en Cuatro, la jugada volverá a repetirse. De la misma forma, cuando se estrene Antichrist en mi pueblo (si se llega a estrenar, cosa que dudo), el film ya no interesará a nadie...
En épocas de crisis, los cines están intentando reivindicar sus virtudes por encima de la televisión o el ordenador. La estrategia del 3D lo demuestra; con ella, los cines nos ofrecen una experiencia única e irrepetible. Las formas del 3D son una posibilidad y pronto se convertirán en una obligación, y, con la restricción, el mecanismo demostrará su cara mercantilista, placebo para la crisis, medida antiartística. El 3D es un espejismo sin futuro porque la única forma de ofrecer una experiencia singular al público es venderle el mejor producto (aquí un film) antes que nadie. No vale con estrenar Antichrist, sino proyectarla al mismo tiempo que su presentación en Cannes o en sintonía con los demás países del planeta. Fíjense: de esta forma ningún cartel nos recordaría que Charlotte Gainsbourg ganó la Palma de Oro porque ya lo sabríamos y la curiosidad y expectación podrían saciarse de inmediato. ¿Por qué es noticia que Avatar se estrene 'a nivel mundial'? Porque el concepto implica novedad, y la audiencia, que vive y consume de forma acelerada, más preocupada por la cantidad que por la calidad, siempre abraza lo nuevo. Esta es la verdadera fórmula del éxito aunque, por desgracia, solo se aplica a las grandes superproducciones. Todo esto, además, aumentaría la guerra entre las taquillas y las productoras, porque cada semana habría historias inéditas que comprar y vender, que proyectar y disfrutar (a nivel de cifras, la campaña de un film basaría su estrategia en base a las posibilidades de taquilla durante su primera semana de estreno, virgen de críticas y piratas). El dinero manda, incluso antes de que el espectador embolse el precio de su entrada.
Los posibilidades que ofrece internet no son una amenaza y refuerzan la teoría. La gente compra los packs de sus series favoritas (más incluso que los dvd's de películas), seguramente sin haberlas seguido vía televisión. Existe una animadversión hacia la compra de cd's (con los I-pods y otros aparatejos, el formato cd ya es casi incómodo), pero el fan nunca rechista cuando paga una considerable cantidad por asistir al concierto de su ídolo. De igual forma, los teatros siguen llenos, algo que no ocurre con los cines. Está claro que la sociedad del S.XXI quiere gastar y gasta, paga la comodidad por comodidad, prefiere el servicio directo y el trato personalizado. Tener a un actor o a un cantante en vivo, a escasos metros de uno, es un lujazo que vale oro; en el cine, si se agilizara y organizara el flujo de estrenos a nivel mundial, podría ocurrir lo mismo. Y atención: que todo el mundo pueda ofrecer una película al mismo tiempo implicaría adelantarse a las webs de descargas y visionados on-line (no erradicarlas: la libertad de la red es inexpugnable e imposible de acotar). Si, como nos han prometido, la sexta y última temporada de Perdidos se emite al mismo tiempo en todo el mundo, el espectador abandonaría el Emule y volvería a su medio natural: la pequeña pantalla, la caja que puede ser tonta pero que no lo es. Si Perdidos se emite los jueves en los Estados Unidos, Cuatro podría emitir la serie en viernes (incluso en un día entre semana): de esta forma, el tiempo y el esfuerzo que supone traducir y bajarse un capítulo no compensaría. La tesis es redonda, pero algunos espectadores no estarían dispuestos a aceptarla porque, aunque a muchos les duela reconocerlo, el mecanismo más rápido para distribuir un film al unísono es mediante la versión original subtitulada (la opción que se implanta en los Estados Unidos), y no el doblaje (ello implicaría ahorrar dinero, un punto a favor; y perder un gran número de espectadores, un punto en contra).
La cuestión que aquí se defiende es bastante compleja y precisa de muchos organismos y cuantiosas inversiones. Mientras no abramos los ojos, continuaremos descargando películas porque, a parte de barato, nos permite acceder a una oferta mayor (la única solución si se quiere ver, por ejemplo, I'm not there, Martyrs o Tokyo!, por citar títulos de importancia e inéditos en España). Descargar, por lo tanto, dejaría de ser un 'delito' (para muchos es una necesidad: la cinefilia no conoce leyes ni límites) y volvería a ser 'una posibilidad'. De momento, servidor sigue esperando para ver Antichrist, Mad Men, Perdidos y otras cosas que quiere ver, pero que no puede. ¿Querer no es poder? En el mundo capitalista, no. Amamos el cine, pero no de cualquier forma ni a cualquier precio. Antes que espectadores somos ciudadanos, y los franceses no tienen por qué ver Antichrist antes o después que nosotros (otro tema es si la película en cuestión es francesa o española: esto es harina de otro costal y el cine se nutre de excepciones y rarezas). Acatamos el sistema, callamos... pero no somos tontos.
Interesante reflexion y estoy bastante de acuerdo en todo. Anticristo la echan en muy pocos cines. Pero el interes por ella es muy grande. Espero verla cuando antes.
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Buena reflexion Xavier. Yo tengo unas enormes ganas de ver Anticristo, envidio sanamente a tu país por tenerla ya en cartelera. He leido varias criticas y todas hablan muy bien de ella. ESPEREMOS sea otra buena pelicula de Von Trier. Un saludo.
ResponderEliminarMuy buena reflexión. Anticristo no la he visto pero le tengo muuuuchas ganas, para ver cómo la depresión que ha pasado en la realidad Lars Von Trier la plasma en esta e¡película que nos promete un viaje al terror de la mente humana.
ResponderEliminarSaludos
Xavi, no podrías expresarlo mejor! así veo yo el tema requete debatido de las bajadas por internet. Ahora con respecto a Anticristo pues verás que no estoy tan alocada por verla, el trailer no me dejó mucho asique esperaré qué tal la cuentan ustedes para saber si lo vale o no. Ahora... hay una página de la que bajo films en excelente calidad (aunque no como el cine vamos!,) y de pronto apareció Alice in wonderland y caray casi me caigo... chocarrero el hombre porque era solo el traile que nunca los sube pero esta vez quiso hacer la broma. Esa sí que alucino con verla. UN abrazo!
ResponderEliminarGran reflexión pero muchas veces no nos queda más remedio que delinquir para poder obtener la parte de cultura que queremos, y yo pago la entrada del cine muy a gusto pero, hay veces que ni eso nos permiten.
ResponderEliminarXavi, ante todo muy feliz cumple me he enterado tarde pero aquí estamos para saludarte!!.
ResponderEliminarExcelentísmo post!! cabe en los destacados!!!
Sé lo que se siente cuando esperas ansioso el estreno de una película y luego ves como no llega a tu zona, me ha pasado en muchísimas ocasiones.
ResponderEliminarAl principio llegué a mandar algún email de queja a las distribuidoras, ahora me lo tomo com más filosofía. Si la peli en cuestión ya está en dvdrip subtitulada al español me la bajo, aunque ya no pueda disfrutarla como quisiera en el cine.
Si es que es verdad que actualmente el cine se consume más que nunca, pero por diferentes vías. El 3D será un pequeño bálsamo para que las ventas de entradas no decaigan pero tarde o temprano dejará de ser novedad y la gente pasará (creo que será más temprano que tarde).
Un saludo! Magnífico post y feliz aniversario!