El dvd ha sido el gran invento del siglo XXI. Las productoras ya no solo computan la preciada taquilla americana y europea, sino que sopesan hipotéticas vendas en formato dvd. Poder ver una pelicula en casa y las veces que se quiera ha sido la base del actual capitalismo: el arte es algo privado y cada cinéfilo encuentra en el dvd un refugio sin igual, un remanso de paz que aumenta los fanatismos silenciosos. El dvd original en sus múltiples cajas y ediciones frente a la versión pirateada es todo un objeto, un totem, un fetichismo que se guarda y se recupera continuamente. El dvd también ha rejuvenecido a las series de televisión, elevándolas a un nivel de seguimiento y calidad nunca vistos. El dvd es la segunda juventud de una película, la oportunidad para afianzar los aspectadores más acérrimos y los rezagados que no pudieron ir al cine. Si el cine se relaciona con la fugacidad del momento, el dvd tiene la magia de lo perpetuo. Existe todo un ritual alrededor del dvd: la manera de sostener su estructura redonda, limpiar las respectivas cajas o guardar una colección con todos los posibles sistemas de ordenación posible (por autores, por géneros, por años, por preferencias personales,...). El dinero no es escusa: la cultura no tiene precio.
El dvd, uno de los últimos peldaños de la industria cinematográfica, es a su vez un reflejo de los defectos del sistema. Es poco rentable y factible crear una digna edición en dvd para todas las películas que se estrenan, sin olvidar aquellas olvidadas que nunca cruzarán los Pirineos. La taquilla dictamina: El señor de los anillos ha gozado de múltiples revisiones, un privilegio que no han tenido otros títulos. A las películas que nunca se formatearon en dvd, cabe sumar todas las obras que, pese a tener una edición en circulación, no pueden encontrarse, logrando en seguida la etiqueta de fuera de stock. De poco sirve que una película sea buena si no es accesible y ese ha sido y será el gran handicap del cine independiente. Las obras maestras se cocinan en el cine pero se confirman con el dvd. No poder acceder a películas como Celebración, Las horas, La vida soñada de los ángeles o Siete mesas de billar francés es un gran error, un sonrojo para todos los que participaron en la creación y comercialización de cada film. Este desalentador panorama se completa con algunas ediciones básicas que rozan lo escueto, sin contar algunos problemas de sonido o imagen. No tiene sentido que El caballero oscuro salga al mercado en cinco ediciones diferentes cuando la mitad de estos dvds se exhaurirán y volverán a editarse con más extras. ¿Qué debe hacer el fan: se compra la película al momento o espera una hipotética versión definitiva? Y aquí no acaba la cosa: si el cinéfilo ama el cine europeo de los años sesenta, sus posibilidades de compra son paupérrimas. De poco servirá que se hable y se enseñe la Nouvelle Vague o directores de nombre imposible si luego no puede accederse al título en cuestión. Este sistema obliga a cada director a realizar un film de éxito que recupere su filmografía anterior y logre humanizar su obra, algo que ha ocurrido recientemente con Fatih Akin, Michael Haneke, Wong Kar Wai o Carlos Reygadas. No puede dejarse las salidas en dvd en manos de las distribuidoras, sino de la decencia. ¿Cómo dictaminar, pese a todo, qué película es buena y qué otras son malas?
El dvd imprime la política de lo aleatorio. Gracias a esto, uno puede encontrarse con un dvd de interés en una biblioteca, guiarse por la recomendación de un conocido o seguir paciente las retransmisiones nocturnas de televisiones privadas, canales temáticos y demás soportes. Asusta pensar en todas las películas que nos perderemos porque somos un pequeño punto en una galaxia llena de libros, cds y dvds. La masificación actual oprime los dvds olvidados pero alimenta las minorías que los reclaman. Todo ello es un gran circo, la gran película que nunca se rodará. Es vital que alguien vele por el asunto porque, de lo contrario, los festivales de cine y la crítica cinematográfica carecerán de sentido. Toda sociedad necesita unos precedentes y el dvd pasa por ser la memoria colectiva más importante. De esta memoria cinematográfica depende en parte que el mundo del futuro sea mejor.
Pueden consultar el artículo LAS OLVIDADAS 1 aquí:
http://cachecine.blogspot.com/2008/12/las-olvidadas.html
Que gran articulo, definitivamente leerse Las Olvidadas 1, se nota que le dedicaste tiempo, grandes reflexiones.
ResponderEliminarSaludos! Y te invito a mi blog donde eh subido la nueva editorial sobre Slumdog y Button.
Muy bueno, tengo que buscar el 1 ahora. Estos dias estoy bastante inactivo, pero debes saber que leo y sigo con atencion todos tus articulos, lo mismo con los de Jose en su blog, por si llega a leer esto.
ResponderEliminarEstuviste muy justo con "Crash", una pelicula que me encanto a primera vista, pero en otros visionados fue perdiendo algunas cosas a la vez que ganaba otras..
Muy interesante
Saludos Sospechosos
Hola, ya se que no viene a cuento de la entrada, pero llevo preguntandomelo mucho tiempo y tu eres experto y en esto:
ResponderEliminarSlumdog Millionarie no está codirigida por Loveleen Tandan??? porke no le dan premios a ella y solo a Boyle?? que alguien me lo aclare por favor.
Saludos.
http://ciudadquenuncaduerme.blogspot.com/
A Javi,
ResponderEliminarsi, tu informacion es correcta. Pero no se por que no esta nominada junto a Boyle... lo siento, no puedo ayudarte. Quiza lo sepa Javi o Juan.
Saludos a todos y gracias por vuestros comentarios.
Muy buen Articulo, me divierte leer estos articulos que publicas.
ResponderEliminarYa tengo mi crítica de "The Reader",ojala te pases por el blog.
Saludos!
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