Llosa deslumbra con su segunda película, un título pausado que hereda los temas y el ritmo de sus coetáneos artísticos, una influencia en la que Reygadas vuelve a imponerse como el Bergman postmoderno de la actual Latinoamérica. De alumna hacendosa a genio en ciernes, nuestra artista, en cuya vitrina luce el Oso de oro, elabora un relato femenino, cercano, íntimo y desgarrador pero sin sentimentalismos fáciles. Hay por parte de Llosa un magno ejercicio por situar la cámara en el lugar adecuado, dando a todo el film un tono tranquilo, evitando las peligrosas leyes de lo soñoliento y lo brusco. La teta asustada encuentra en el silencio de su protagonista la columna vertebral para hablar del dolor, de la familia y de Perú, aquí dibujado como un país desordenado geográfica y socialmente, una tierra también herida tras una guerra que Llosa solo filma indirectamente. Fausta es la heroína de un país contradictorio, el paradigma de la mujer maltratada, la víctima de mitos y supersticiones, el feto que nace recogiendo las taras de sus ancestros. Pero Llosa, autora inteligente, dibuja a su alter ego como alguien esquivo, extraño y poco complaciente, el mismo patrón verista de los Hermanos Dardenne y compañía. De aquí que la protagonista solo explote cuando su jefa, una burguesa adinerada que puede permitirse el lujo de cantar y regar su jardín, le roba vilmente parte de sus canciones, o sea, parte de su ser, parte de la esencia de su raza. Fausta grita contra las diferencias sociales y demanda al final la extirpación de esa patata que tapa su vagina y su alma. Entonces, las bodas que vemos en pantalla se vuelven más estúpidas, el agua brota en su casa a modo de piscina, el mar donde descansará la madre muerta regará sus esperanzas y una planta, regalo de un posible primer amor, una pequeña señal de normalidad, recuerda la estrenada fertilidad de su cuerpo indígena (¡viva el simbolismo!). Una película mágica, interesante, aunque no logra el nivel de La ciénaga, cinta con la que comparte numerosos puntos en común. La teta asustada, de título enigmático y trama rotunda, se postula desde ya como una de las mejores películas hispanoamericanas de la década, un laurel que compartirá con toda seguridad con El hijo de la novia, Nueve Reinas, Lugares Comunes, Luz Silenciosa, La ciénaga, Amores Perros o Whisky.
Estoy en desacuerdo contigo, para mi es una película de buena factura técnica con algunas curiosidades, pero que transmite muy poco.
ResponderEliminarMe pillaría el dia tonto, cuando la vi.
Saludos...
Una película para mi, digamos que un poco lenta.
ResponderEliminarPero bastante interesante.
Una historia en definitiva para pasar un buen rato.
Excelente post amigo Xavier
Saludos!!!
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¿nominación al oscar como mejor película extranjera ?
ResponderEliminarcomo peruano: ojalá, sería la 1º nominación para Perú en los premios Oscar... (nunca a estado nominado en ninguna categoría)