a David, Núria i Priscila
Ayer fue una jornada extraña: día fallido de huelga estudiantil, día de frustraciones (el trabajo y los libros se acumulan), tarde de peculiar sesión de cine y noche de largas charlas. Será por el efecto mariposa o por la composición química de la Coca-cola... el caso es que no puedo conciliar el sueño y el reloj, impávido ante mi insomnio, continúa con su inexorable recuento del tiempo perdido. Sin dudarlo abro la luz, me armo de papel y boli y reanimo mis fantasmas con un intento de escrito trasnochado. La tinta va fluyendo, la luna me vigila, el texto va cobrando forma...
Me pregunto qué habrá ocurrido para que una película como La habitación de Fermat haya pasado tan desapercibida (¿saturación de títulos similares como REC o El orfanato?). Luis Piedrahita y Rodrigo Sopeña, artífices del relato, dibujan en su ópera prima las tensiones de un grupo de aparentes desconocidos que, tras solucionar un difícil acertijo, son invitados a una velada con un matemático apodado Fermat. La reunión, pero, terminará en un macabro juego a contrarreloj donde la resolución de diversos problemas matemáticos será la única clave para sobrevivir. Avanzado el metraje, nuestros protagonistas desvelaran sus intenciones, clara demostración de la vanidad y la rivalidad existente en ciertas élites académicas. La habitación de Fermat no esconde sus influencias del cine más reciente (no es gratuita la comparación con Saw, Pi, La caja Kovak o Los crímenes de Oxford), quizás porque el film es más la obra de dos cinéfilos con recursos que la de dos realizadores profesionales. Sea como sea, la trama está bien llevada y los actores (Santi Millán, Lluís Homar, Federico Luppi y Alejo Saura a la cabeza) brillan en sus respectivos registros. El gancho de esta habitación menguante crea una hora y media bastante gratificante: la trama se sabe simple pero efectiva, prefiere ser coherente en su resolución antes que caer en las sendas fáciles del producto de terror adolescente. Además, en su tramo final, la historia se convierte en una prolongación de la literatura clásica de misterio: cual Ágatha Cristie, la importancia recaerá en conocer la psique y el pasado de los personajes para averiguar la identidad del culpable. Un título, en resumen, demasiado interesante para ser obviado. Espero que Piedrahita, baúl rebosante de ideas pero torpe a la hora de dar forma a un guión (algunos chistes a deshora, tiempos muertos innecesarios y alargados, etc.) nos depare en un futuro títulos de mayor calado.
Prosigue la noche. Guardo la hoja llena de tachones, esencia del nuevo post que escribiré mañana. Intento descansar. El sueño, antes tímido, gana la batalla.
P.D.1: Acabo de levantarme y parezco uno de los zombies de George A. Romero. Hace frío, abro el ordenador y me entero que los americanos tienen planeado rodar un remake de La habitación de Fermat.
P.D.2: Leo los comentarios. Dear Mark: juro realizar una lista con mis films favoritos. Ahora solo queda dormir. Dormir, dormir, dormir (los jueves, por fortuna, no hay clase). Saludos.
Hola noiet! Quina pàgina més xula! Tan xula que m'he entretingut en llegir unes quantes cosetes...Sembla professional i tot eh...t'ho juro...quin nivell tens home...mare de Déu!
ResponderEliminarReferent al film, la veritat és que em va sorprendre bastant...És que, és com si fos una mena de pel·lícula de suspens, però no un suspens quotidià... m'ha sorprés... i mira que jo tenia aquells vells prejudicis referent al producte nacional. Ara veig que me'n puc fiar.
Una abraçadeta, i t'asseguro que em passaré més vegades pel teu blog...El trobo molt interessant!
A mí me pasó lo mismo que a ti.No conocía la película, vi un trailer no sé dónde (pero la promoción fue mala) y decidí verla. La valoración fue positivísima (toma palabreja) y me quedé asombrado de que no hubiera tenido más repercusión,ya no solamente mediática sino entre el público amante del cine. Santi Millán es un actor que a veces llega a cansarme bastante y en cambio en ésta película su papel está bastante digno. ya veremos que pasa con el remake porque no suelen salir muy bien parados, almenos en mi opinión.
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