domingo, 12 de junio de 2016

TRABAJOS NOVELES | DIRECTOR'S CUT, de Pol Diggler

Cinoscar Summer Festival 2016: Trabajos noveles a concurso
Entrevista a Pol Diggler, director de Director's Cut


1. ¡Bienvenido al Cinoscar Summer Festival, Pol! Antes de conocer más detalles de tu cortometraje, nos gustaría conocerte a ti. ¿Puedes contar a nuestros lectores y espectadores cuál es tu vinculación con la realización cinematográfica? ¿Qué es y cuál es tu implicación en el sello Fergaht Productions? ¡Gracias, encantado de poder participar! Al salir del Bachillerato empecé a estudiar Ciencias Políticas en la UPF. Pero cuando vi que todos los trabajos más o menos libres que nos mandaban hacer los relacionaba con películas, vi que quizás me había equivocado de estudios. Pensándolo bien, ¡incluso mi trabajo final de Bachillerato fue sobre cine y Guerra Civil Española! Así que después de un año sabático asistiendo como oyente a clases de Estudios Literarios en la UB, decidí embarcarme en la Producción Audiovisual en EMAV, una escuela pública de Barcelona. De allí empecé a realizar cortometrajes y cualquier cosa que pudiera ser grabada. Casi sin enterarnos, hace dos años Lídia Milette Artigas (guionista de Director’s Cut) y yo empezamos a grabar bajo el nombre de FERGAHT, como “sello” identificativo para englobar todo lo que hacíamos. Poco a poco fuimos creciendo, y ahora mismo contamos con unas 15 personas más o menos fijas de todos los departamentos: idea y guión, fotografía, sonido, arte, montaje, maquillaje, distribución,… Últimamente hemos ido realizando cada vez más cortometrajes de forma más “madura”, con intención de marcar un estilo propio y una forma de entender el cine (como es el caso de Director’s Cut). Así que podemos decir que en dos años, FERGAHT ha pasado de ser un sello a ser algo más, una productora. 

2. En Director’s Cut retomas la idea de las snuff movies, un ‘género’ que causó cierta polémica en los años 90. ¿Qué te atraída de ‘las snuff’? ¿Por qué quisiste convertir esa premisa en la base de tu corto?
No solo en los años 90, ahora también está a la orden del día si nos fijamos: vídeos de narcos acabando con rivales, el mismo Estado Islámico con los asesinatos de los últimos meses/años,… Y con internet o los programas de prensa amarillenta cada vez ha sido más público. Como todo acto de terrorismo, el miedo mueve masas. Así que decidimos usar ese miedo en forma de humor negro, para ridiculizar ese lado tan oscuro que presentan algunas personas o grupos. A la vez, le quisimos dar una segunda vuelta de tuerca, y aprovechamos para ridiculizar el mundo del arte y en concreto el cine underground, independiente y low-cost. En definitiva, usamos esa técnica del “pez fuera del agua” con la premisa: “¿y si en vez de criticar el mundo del cine a partir de un rodaje normal, lo que estuvieran rodando realmente fuera un asesinato?” ¡Y de allí salió la magia! 

3. Director’s Cut es un trabajo muy coral. ¿Con cuántos actores contaste? ¿Fue difícil gestionar todo el elenco? ¿Contaban con experiencia interpretativa antes del rodaje?
Contamos con 18 actores, aunque teníamos más escenas “extras” en el guión que hubieran alzado el recuento a 22. Roser Bundó (directora de casting real y “actriz falsa”) intentó buscar actores que pudieran interpretar con naturalidad dejándolos un poco de margen con sus diálogos, para hacerlos más suyos y que a la vez fueran más fluidos en directo. Lo bueno de usar la técnica del “falso documental” (en nuestro caso, el “falso making of”) es que, si todo el mundo está metido en su personaje, cualquier escena grabada fuera de guión puede aportar naturalidad al metraje. Por ejemplo, en la escena del cumpleaños, les dimos vía libre para comer pastel, bailar o charlar, así que íbamos grabando de lejos para captar la naturalidad. Lo mejor de todo fue trabajar con Claudia Trujillo (la chica secuestrada), porque nunca dejó de actuar en todo el rodaje, ¡la pobre! Siempre estaba atada a una silla. 


4. Mediante la técnica del ‘making off’, en Director’s Cut nos ofreces un interesante ejercicio de ‘cine dentro del cine’. ¿Esa base ya estaba presente en el guión? ¿Hasta qué punto apelaste a la libre improvisación de los intérpretes? ¿Partiste de algún referente cinematográfico confesable?
¡Claro, era la principal premisa! Lídia Milette Artigas y Ramon Lázaro, los dos guionistas del cortometraje, buscaron la mezcla perfecta entre un guión natural y fluido, junto a una técnica que bien usada aumenta la verosimilitud (y de ahí el humor). Así que usamos un estilo de grabación que a la vez nos diera un punto de vista diferente, pero que también nos dejara jugar con movimientos rápidos. Así juntábamos el “poco presupuesto” con una técnica narrativa (y actuaciones) al nivel de un corto quizás más amplio económicamente. Además, esa técnica nos permitía rodar rápido (en menos de cuatro días teníamos todo el metraje). No pudimos hacer muchos ensayos con los actores, había gente que se veía por primera vez en el rodaje mismo. Así que aprovechábamos las primeras tomas como ensayos grabados. Cabe decir que nos ahorró mucho tiempo tener unos actores tan buenos. En el falso documental, el cámara pasa a ser un actor más que interpreta lo que debería ver el espectador. Tanto Roland Bos como Kimio Ogawa hicieron un gran trabajo interpretativo, también. En cuanto a sonido fue un poco difícil. Juan (premiado en este festival con Furia) hizo un gran trabajo tanto con percha como con inalámbricos (imagínate controlar a tantos actores). ¡Incluso usó “sin que se notara” la percha del sonidista falso! Los referentes pueden ser evidentes: combinamos una técnica usada en Zelig o The Office con temáticas de Tesis, Guinea Pig o Videodrome. ¡Un buen "pupurri"! 

5. Sin desvelar demasiado, nos ha sorprendido la última escena del corto. Está resuelta con humor, con violencia… pero sobre todo con mucha sutilidad. ¿Fue difícil de llevar a cabo? ¿Siempre tuviste en mente ese final o te planteaste la posibilidad de un desenlace alternativo?
Para la última escena usamos un chroma verde y dos cámaras: una Canon 5D MarkII y la P2 que usamos durante todo el cortometraje. Al tener dos cámaras distintas nos dio margen para probar únicamente con dos tomas, dada la dificultad. Finalmente nos quedamos con la primera. Quisimos dar un guiño al nombre del cortometraje (Director’s Cut) haciendo que la primera y última palabra pronunciada con imagen en pantalla fuera precisamente “Cut” (corten), en boca del director. Además, al no tener los medios como para “realizar correctamente” el plano final, decidimos cortar la imagen justo en el momento para que el sonido hiciera el resto. De hecho teníamos pensado hacer unas falsas tomas falsas durante los créditos con una pequeña pantalla, pero al final no pudimos grabar más por falta de tiempo. Como curiosidad, una de estas escenas extra hubiera sido el tema de “distribución”: es decir, como cortaron en pedazos a la chica y la distribuyeron por la zona para que no les pillaran. 

6. Director’s Cut es, como apuntas en el Dossier de Prensa, un homenaje y una parodia al mundo del cine. De hecho, das espacio a todos los oficios y personas implicadas en un rodaje. Partiendo de tu visión tan ácida, es obligado preguntarte por tu equipo: todos aquellos que te ayudaron a levantar el proyecto. ¿Cómo fue el rodaje? ¿Contaste con un equipo técnico y artístico experimentado? Viendo el corto, se intuye una filmación muy amena: ¿fue realmente así?
Lo más gracioso es que cada departamento es una copia de nosotros pero en versión extrema: la directora de arte excéntrica, el sonidista asocial, el equipo de fotografía que solo hablan entre ellos,… Como director trabajé en horizontal con cada departamento, hacía que cada uno de ellos nos contara sus experiencias en rodaje y lo traducíamos en gags, siempre pasados por el filtro negro. En FERGAHT solemos ser los mismos en cada proyecto, así que fue fácil compaginar los trabajos. Pero también nos fue bien el estilo de grabación, porque grabar un cortometraje de 20 minutos en tan poco tiempo… no se hace todos los días! Además fue un rodaje divertido. Muy cansado pero genial. 


 7. En el corto también criticas, siempre haciendo guiños cómplices al espectador, las ínfulas intelectuales de ciertos directores y las falsedades de técnicos, actores y productores. Teniendo en cuenta que no dejas títere con cabeza, nos gustaría conocer qué valoración haces del cine que se produce y estrena en la actualidad. ¿Qué opinión te merece el cine español contemporáneo? ¿Cuáles son tus preferencias como cinéfilo?
Sí es verdad que el cine comercial sigue unas estructuras marcadísimas, casi milimétricas, para llegar al máximo de público posible, el cine independiente cada vez más está siendo víctima, también, de estructuras prototípicas: extravagancias, sinsentidos para darle profundidad, o cualquier cosa que te haga pensar en Sundance. Y no sólo los guiones, sino también en esa extraña figura del “director-guionista” que está gestando cada vez más, últimamente, proyectos “íntimos” e “interioristas” en los que la metáfora y el odio hacia los convencionalismos marcan sus obras. En Director’s Cut hemos querido plasmar esa gente y esos proyectos, que se refugian en el “nombre del arte” para el transgredir por transgredir, y atacar a los políticos o a la crisis si algo no les sale bien (descartando que quizás sea su mediocre guión o interpretación). En cuanto al cine español, creo que están saliendo grandes películas: Magical Girl me pareció increíble, una mezcla precisamente entre cine comercial y cine de autor. U Obra 67. Cantera tenemos, ahora quizá toque dar más oportunidades a gente como ellos. 

8. Nos consta que has tenido ocasión de presentar y de proyectar el corto en distintos certámenes. ¿Qué ‘feed-back’ del público has recibido durante esos pases en festivales? ¿Cómo valoras la reacción de la audiencia? ¿El público se ríe en los momentos que esperabas… o sus reacciones te han sorprendido?
En general hemos tenido poca reacción española en cuanto a festivales. De las casi 40 selecciones con las que contamos a día de hoy, 6 son españolas y el resto internacionales. Así que no hemos tenido muchas oportunidades de ver el público visionándolo en directo. Pero cuando así ha sido, notabas cierta tensión de risas como “es gracioso, ¡pero me da corte estar riéndome de eso!”. En los internacionales ha habido de todo, pero la mayoría coinciden en una palabra: “subversivo”. Algunos nos han descalificado porque en su festival acuden familias, otros han creado subcategorías dentro de comedia como “comedia negra”, otros nos han pedido una segunda parte,… . Otros incluso han extendido el festival a un día más para proyectar los pocos cortos que consideraban “fuertes”! Y no solo por las selecciones, estamos contentísimos con las nominaciones y premios a mejor dirección, mejor guión, mejor falso documental, mejor comedia… ¡no nos podemos quejar! 


9. Finalmente, nos gustaría saber en qué proyectos estás trabajando en la actualidad. ¿Te apetece compartir con nosotros alguna idea que te quieras convertir en cortometraje? ¿Planeas dar el salto al formato largometraje?
Ahora mismo estamos desarrollando los proyectos a rodar durante el 2016. Queremos grabar algunas ideas muy cortas (de 2 minutos de duración) y un cortometraje más elaborado y con presupuesto para mover por festivales. A la vez estamos desarrollando con Lídia lo que será el primer largometraje de FERGAHT, una mezcla de historias cruzadas, realismo mágico y transmigración de almas. ¡Un proyecto bastante ambicioso que nos llevará un buen tiempo! 

10. ¡Muchas gracias por responder a nuestra entrevista! Para acabar, te invitamos a que dirijas unas palabras al público y al jurado del festival. ¿Por qué deben visionar y votar por tu trabajo? ¿Algún consejo antes de ‘darle al play’? ¡Mucha suerte!
Cada click irá destinado a secuestrar a una nueva chica para la segunda parte!


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