martes, 28 de junio de 2016

CRÍTICA | CORRE, LOLA, CORRE, de Tom Tykwer


CORRE, LOLA, CORRE (LOLA RENNT), de Tom Tykwer
6 premios de la Academia de Cine Alemán, incluyendo mejor película. Nominada al Bafta y EFA
Alemania, 1998. Dirección y guión: Tom Tykwer Fotografía: Frank Griebe Música: Tom Tykwer, Johnny Klimek y Reinhold Heil Reparto: Franka Potente, Moritz Bleibtreu, Herbert Knaup, Nina Petri, Joachim Król, Armin Rohde, Heino Ferch, Suzanne von Borsody, Sebastian Schipper, Ludger Pistor, Julia Lindig, Lars Rudolph, Ute Lubosch Género: Thriller Duración: 70 min. Tráiler: Link Elección de Miguel Martín
¿De qué va?: Lola recibe una llamada de Manni, su novio. Acaba de perder una numerosa suma de dinero que pertenece a un mafioso y tiene apenas unos minutos para recuperarla. Lola intentará ayudar a Manni en una carrera contrarreloj con tres finales distintos.


CRÍTICA ISIDRO: Lola es nombre o de folclórica "echá palante" o de mujer joven y moderna segura de sí misma que no quiere que la llamen Dolores. Y luego están las Lolis, que son madres de familia. Mi madre se llama Loli, pero mi padre es el único que le dice Lola. Y “corre, Lola, corre”, es lo que le dice mi padre cuando hay que comprar los arreos "ancá la Antoñita" para hacer paella un sábado. Pero también es la película alemana que no ha dirigido Danny Boyle pero que podría haberlo hecho perfectamente, porque sigue el mismo estilo: un inexplicable gusto por lo hortera, una música pastillera que llega a rallar y un montaje desquiciado que mezcla más cosas que mi padre en la paella. Y, lo más Boyle de todo, el rollo “qué pasaría si”, “no se puede burlar al destino”, “está todo escrito” y demás fumadas varias. Lo que tenga que pasar va a pasar porque así lo dice Tykwer, lo único que puede cambiar son las piezas. Y mientras tanto la Lola Potente va corriendo por las calles y pegando chillidos, y corriendo por las calles y pegando chillidos, y corriendo por las calles y pegando chillidos. Calla y coge el puto autobús, coño. Sí, debería odiar esta película. Pero lo cierto es que me ha parecido una propuesta, en el fondo, bastante audaz, y consigue tener un ritmo frenético que no da tregua. Venga, Lola, te has ganado un plato paella. Pero porque mi padre hace siempre para un regimiento, no te vayas a motivar. ★★★

CRÍTICA KOSTI: Los 90, esa década marcada por la tremenda presencia del videoclip musical. ¿Por qué no valerse de este lenguaje para adaptarlo al cine? Y la idea se lanzó a correr en forma de mujer con cabellos de rubí. Tom Tykwer coge la directa, y con un tempo tenso y trepidante nos presenta una cinta donde el pasional y mortífero rojo deja siempre paso a cuestiones absurdas pero con cierta carga existencial. Una historia de apariencia surrealista que encierra un mensaje sobre la misma vida. Con un inicio como si de un videojuego se tratara, no nos hace falta más que ver a una joven de pelo rojo corriendo sin parar. Su evidente apariencia de videoclip deja volar la imaginación creando una historia con 3 desarrollos paralelos, donde queda patente que las decisiones de su protagonista o actos tan insignificantes como hablar o no hablar con un conductor pueden provocar uno u otro resultado, donde la muerte siempre está presente. Pero, ¿por qué corre en realidad Lola? ¿Es la vida que se le escapa? ¿o es la propia muerte que le llama para que con sus actos se cumpla su voluntad? No cabe duda que su guión es uno de los pilares fundamentales que consiguen de esta película un interesante estudio del universo múltiple, pero, cuando nos acercamos a su impecable técnica, a su montaje y a un juego de cámara casi inverosímil, nos damos cuenta del portento que se encuentra manejando la maquinaria. Y no nos podemos olvidar de su música, que ayuda a dar ese ritmo trepidante que acompaña a Lola, dando velocidad a sus zancadas. ★★★½


CRÍTICA RONNIE: En Corre, Lola, corre encontramos tres lapsos de tiempo que se entrelazan entre sí consecutivamente mediante el denominado efecto mariposa o la teoría del caos, según la cual, variando mínimamente las condiciones iniciales de un sistema caótico concreto, éste puede evolucionar en ciertas formas completamente diferentes, provocando que una perturbación diminuta se amplifique exponencialmente. La cinta de Tykwer fue un rotundo éxito en Alemania y en el mundo entero, y con el tiempo se la consideró una película de culto, con personajes completamente memorables como el bordado por Franka Potente, que ofrece una imagen enérgica durante todo el film, corriendo por las diferentes calles, impulsándose con los brazos, con su inconfundible pelo rojo al viento y un montaje frenético que contiene planos superpuestos que producen un excelente ritmo cinematográfico. La memorable banda sonora que acompaña a la chica pelirroja en su recorrido de auxilio es firmada por el propio realizador Tom Tykwer, Johnny Klimek y Reinhold Heil, creando un largometraje con estilo de videoclip Mtv, lo cual representa un amplio dominio técnico de su entorno, visual y sonoro que se convierte al final en un complejo ejercicio estilístico y narrativo. Corre, Lola, corre es una paradoja temporal que logra justamente provocarle al espectador un aturdimiento sensorial que algunos probablemente odien, en lo personal me ha parecido una maravilla desde la primera vez que la vi, además de que es una pieza icónica de la cultura pop del siglo pasado. ★★½

CRÍTICA XAVIER: Entre carrera y carrera, Tom Tykwer escribió algunas de las páginas más memorables del cine de los 90. Corre, Lola, corre se aprovecha de los caprichos del azar para filmar tres variaciones de una misma historia, dando al espectador la oportunidad, ya no sólo de saber qué habría podido pasar en el caso de que los eventos contados hubieran sufrido algún tipo de variación, sino de quedarse con la versión que más le gusta. Una premisa estilizada, rodada con un frenetismo notable, que altera la experiencia cinematográfica tradicional. Los protagonistas de Corre, Lola, corre tienen hasta tres intentos para llegar al final feliz, a imagen y semejanza de los libros infantiles de antaño en los que el lector, yendo a una página u otra, decidía la continuación de la historia. Veinte años después, la película sigue resultando tan juguetona, vitaminada y atractiva como el primer día, un apunte que dice mucho de ella. Un film que ha sabido construir una mística a su alrededor, gracias sobre todo a sus insertos animados, al chocante pelo de Franka Potente y a su estilizada fotografía y montaje. Cuenta poco, es un pack de tres cortometrajes en uno... pero tras la proyección uno puede sentir el sudor que recorre todo el cuerpo de Franka Potente. Eso es lo que cuenta, porque la película, en el fondo, tiene más energía que movimiento. Ni el Tom Tykwer del S. XXI sería capaz de reproducir el pulso juvenil de su obra más celebrada. Indiscutible título de culto. ★★★½


CRÍTICA ALBERTO: Puede que un gran público asocie el director alemán Tom Tykwer a varios de los ejercicios pomposos que ha definido en los últimos años. Películas vacías que se han acogido a una interesante estética para sorprender a través del efectismo. No obstante, si viajamos atrás en el tiempo y nos posamos en la década de los 90, este realizador edificó una obra clave de este período: una película de culto que ha traspasado las fronteras del tiempo, pues su visionaria y revolucionaria estética aguarda en sus pequeños rincones un interesante mensaje de ruptura dentro de las revoluciones artísticas más contemporáneas. Fervientes posiciones que enriquecen este cuento de interesantes derivaciones. En su frenesí, este film encandila por su capacidad de conjugar un potencial estético admirable con una inteligente y compleja mirada a nuestras raíces más profundas. En un primer visionado quedas perplejo ante la fábula que contemplas, pero sin embargo, cuando más enriqueces tu visión sobre la misma, es en posteriores visionados que desglosas las numerosas capas que maneja esta historia, y que le otorgan meritoriamente la mención de cine de culto. Mención aparte merece el acertado reparto y las necesarias aportaciones de un equipo técnico muy solvente. ★★

NOTA MEDIA del JURADO: ★★★½

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