martes, 12 de abril de 2016

CRÍTICA | GLI ULTIMI SARANNO ULTIMI, de Massimiliano Bruno



Oda a los perdedores
GLI ULTIMI SARANNO ULTIMI, de Massimiliano Bruno
3 nominaciones a los David di Donatello 2016: mejor actriz, mejor actor secundario y premio de la juventud
Italia, 2015. Dirección: Massimiliano Bruno Guión: Massimiliano Bruno, Furio Andreotti, Paola Cortellesi y Gianni Corsi, a partir de su obra teatral homónima Fotografía: Alessandro Pesci Reparto: Paola Cortellesi, Alessandro Gassmann, Fabrizio Bentivoglio, Stefano Fresi, Ilaria Spada, Irma Carolina di Monte, Silvia Salvatori, Giorgio Caputo, Emanuela Fanelli, Marco Giuliani, Maria Di Biase, Augusto Fornari, Diego Ribon, Francesco Acquaroli, Marco Falaguasta, Alessandra Costanzo Duración: 95 min. Género: Drama Tráiler: Link Fecha de estreno en Italia: 12/11/2015
¿De qué va?: En Anguillara, un pueblo situado a 30 kilómetros de Roma, coinciden distintos personajes. Luciana trabaja en una fábrica y está esperando un bebé. Stefano, marido de Luciana, imagina trabajos millonarios que nunca se convierten en realidad. Antonio es un policía veneciano que ha sido trasladado a la localidad tras un incidente. En la casa donde reside, Antonio conoce a Manuela, una transexual que trabaja como peluquera ocasional y gogó. 


Gli ultimi saranno ultimi nació como monólogo teatral dirigido por Massimiliano Bruno y protagonizado por Paola Cortelesi en el año 2005. En ese momento, Bruno no había iniciado su carrera como cineasta, Cortellesi distaba de ser la actriz respetada de ahora y la crisis económica todavía sonaba a ciencia ficción. Por ello, la adaptación cinematográfica de Gli ultimi saranno ultimi, estrenada en Italia este 2015, debe recibirse como un proyecto más que pertinente, tanto por la actualidad de su mensaje como por la capacidad de sus participantes para hacer llegar su discurso a audiencias muy variadas. 


La película resultante equilibra con bastante soltura comedia, drama y thriller, hasta el punto de que, siendo fiel a su contexto social, se permite la licencia de incluir algunos apuntes estrambóticos que dotan a la narración de una personalidad única, cercana a un neorrealismo moderno (véase las interferencias que permiten escuchar la misa de mediodía por las tuberías del baño). Aunque la atención se centra en distintos protagonistas, Cortellesi vuelve a tener el peso de la historia dando vida a Luciana, una embarazada que debe hacer frente a la inoperancia de su pareja, a la pérdida de su trabajo y a la marcha de su mejor amiga a un pueblo vecino. Gli ultimi saranno ultimi une los conflictos de su nómina de personajes en un final tan efectivo como efectista, pero en todo momento resulta loable cómo la película se las ingenia para retratar una situación de desamparo y desempleo sin caer en tópicos ni tremendismos.  


Gli ultimi saranno ultimi es una película abierta a reformulaciones y a cuestionamientos, pero es innegable que el guión fluye con naturalidad y de que Bruno filma su historia desde el cariño y el convencimiento. A la postre, Gli ultimi saranno ultimi no es tanto el retrato de la crisis sino una reivindicación de esos luchadores que, por caprichos del sistema, se han convertido en perdedores. El film también habla de los mecanismos de supervivencia que unos y otros activan para hacer frente a una situación que no les resulta favorable: de ahí que el camino de Luciana quede perfectamente unido al de Antonio, un policía marcado por un error del pasado, y Manuela, una transexual que sortea la incomprensión de su entorno. Gli ultimi saranno ultimi viene a decirnos que es imposible negar la crisis, sea cual sea la naturaleza de ésta, por lo que vale la pena intentar vivir y dejar vivir en la mayor armonía posible, sin perder la esperanza de que los mejores tiempos están por venir. Como dice la frase que cierra la película: "En La Biblia si dice que los últimos serán los primeros... pero no dice cuando".


Para seguir cultivando aquello de "al mal tiempo, buena cara"
Lo mejor: Paola Cortellesi, un ejemplo de que las mejores actrices dramáticas siempre son las mejores cómicas.
Lo peor: Al no focalizar su historia en ninguna de sus tramas, a veces puede dar la sensación de que cuenta mucho sin decir nada.

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