martes, 3 de junio de 2014

CRÍTICA CORTOS CSF: WINDOWS, de Peter Greenaway



WINDOWS, de Peter Greenaway (Reino Unido, 1975)
Cortometraje 00: Cinoscar Summer Festival 2014: Especial Peter Greenaway

En sus primeros cortos, el cineasta Peter Greenaway se desvela como una voz socarrona que no tiene miedo a provocar y a rozar el esperpento. Windows es un ejemplo de ese estilo lacerante, de una sencillez formal muy efectiva y de un juego que premeditadamente cruza la línea de lo incorrecto. Greenaway mezcla lo bucólico con lo tenebresco, y el resultado final tiene la entidad de un esputo cargado de mala baba y de precisión científica. Si en H is for House la voz en off enumera todos los objetos presentes en una casa en función de sus consonantes, en Windows se nos cuenta de forma detallada el número de muertes provocadas por distintas ventanas (asesinatos voluntarios, saltos premeditados y accidentes caseros). Greenaway nunca muestra una escena escabrosa: la imaginación del espectador y la capacidad evocadora del trabajo, alimentada gracias a la aparente placidez de las imágenes y a la deshumana frialdad del narrador, hacen que Windows resulte un cortometraje rocambolesco, originalísimo y preñado de humor negro británico. Windows es también una idea llevada hasta las últimas consecuencias, un gag que empieza con inocencia y termina cargado de perversidad. Un trabajo que perfectamente hubiese podido ser la antesala de una carrera más cercana al cachondeo que a la oscuridad, pero el camino de Greenaway tomó derroteros muy distintos a los de, por ejemplo, los Monty Python. En El contrato del dibujante, el primer largometraje de Greenaway (si no tenemos en cuenta la experimental y poco divulgada The Falls), empezó a definirse la 'firma Greenaway', un sello personal que para unos ha supuesto una gran aportación al medio cinematográfico y que para otros ha funcionado durante distintas décadas como recurrente horma incómoda del zapato crítico. Por todo ello, vale la pena volver a la génesis del artista: Windows apunta la lucidez, la ligera pedantería y ante todo la singularidad del galés más citado del séptimo arte. En esta 2ª edición del Cinoscar Summer Festival queremos rendir un sentido tributo a Peter Greenaway, cuyas obras y cuya personalidad siguen siendo de vital importancia y de gran actualidad. Y en este repaso a la vasta obra del genio, nada mejor que empezar con Windows: sin duda, visionar una pieza de Greenaway es lo más parecido a saltar de la ventana más alta, con valentía y sin paracaídas.

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