lunes, 30 de septiembre de 2013

SEMANARIO 29: LOS POSTS DE LA SEMANA

¿Te perdiste algún escrito del blog? Con nuestro semanario puedes recuperar las distintas publicaciones de todas las semanas. En el margen derecho del blog, en la sección 'semanario', puedes (re)leer los distintos artículos ordenados.

CONTENIDOS DEL BLOG


Semana del 16 al 29 de septiembre de 2013

ESPECIAL FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN

ESPECIAL: Introducción
Crónica 1
Crónica 2
Crónica 3
Crónica 4
Crónica 5

Crónica 6
Crónica 7
Crónica 8
Crónica 9

El palmarés del blog
Concha de oro: Crítica de PELO MALO



RECORDANDO SAN SEBASTIÁN 2012
Crítica: FOXFIRE, de Laurent Cantet
Crítica: LOS PASOS DOBLES, de Isaki Lacuesta
Crítica: RHINO SEASON, de Bahman Ghobadi

PREESTRENOS
 Crítica: DALLAS BUYERS CLUB, de Jean-Marc Vallée

Crítica: GRAVITY, de Alfonso Cuarón



ESTRENOS
Crítica: ELYSIUM, de Neill Blomkamp
Crítica: LAS BRUJAS DE ZUGARRAMURDI, de Álex de la Iglesia
Crítica: THE PURGE: LA NOCHE DE LAS BESTIAS, de James DeMonaco


ESPECIAL OSCAR RANKING 2013 - 2014
Quiniela: Nominaciones a los premios EFA
Oscars 2014: PRISONERS (PRISIONEROS), de Denis Villeneuve


domingo, 29 de septiembre de 2013

Crítica de PELO MALO, de Mariana Rondón

Mientras Chávez está agonizando, en la televisión venezolana emiten ritos de sanación dedicados al caudillo y programas de belleza para adormilar a la población. Una realidad mediática, surrealista y circense que choca con la pobreza que se observa en las calles. En ese mundo de contradicciones, Junior, el protagonista de Pelo malo, observa con la inocencia de la niñez un entorno que es difícil de entender. Su único objetivo es alisarse el pelo para parecerse a un cantante y poder hacerse una foto para el colegio, pero esa anécdota, que en otros niños, en otros contextos y en otros países sería una simple chiquillada, alcanza gracias a la directora Mariana Rondón la entidad de una gran metáfora, de una enorme lucha. El pelo malo del título, en definitiva, es un símbolo de rebeldía en un lugar donde se impone la ley del azote y del silencio. Rondón hubiera podido retratar la Venezuela de los últimos años mediante otros personajes, pero al ceñirse a un ambiente infantil la película gana enteros como festiva exploración de los sueños y a la vez como tristísima explicación de cómo funcionan los mecanismos sociales que imponen el miedo y erradican la diferencia. En otras palabras, un film que combina una potente vertiente social con otra más luminosa relativa a los juegos y a las miradas cómplices que mantiene Junior con los que le rodean.


Todo lo dicho sirve para calibrar qué tipo de película es Pelo Malo y por qué el jurado presidido por Todd Haynes le otorgó la Concha de oro este año. Estamos ante un film hacia el que es muy fácil sentir cierta simpatía porque todo está contado con delicadeza y elegancia: no haber tenido enemigos entre el jurado, la prensa y los espectadores ha sido clave para su victoria en una edición donostiarra con films de naturaleza más radical, y por lo tanto abiertos a divisiones de opiniones más marcadas, como las excelentes Caníbal o Enemy. Con todo, Pelo Malo, más allá de su discurso, no acaba de atinar a la hora de concretar sus ideas en sólidas tramas argumentales. Si bien se entiende el ambiente de represión, no resulta tan armónico que ello se exprese mediante una disputa familiar y una ambigüedad sexual del niño protagonista que en lugar de sumar resta solidez al conjunto (una digresión queer, además, que seguramente habrá gustado mucho al señor Haynes). Pelo Malo, recapitulando, acaba teniendo mejores intenciones que resultados, aunque su visionado propone interesantes reflexiones de carácter local y universal. Una película con imperfecciones, y aún así dotada de sinceridad y notable frescura. Este año el Festival de San Sebastián ha premiado al film que más necesitaba el galardón, tanto para su distribución como para la difusión de su noble discurso, no al que más lo merecía. Pero hay que ser justos: Pelo Malo dista de ser una mala película.


Para niños, grandes o pequeños, que alguna vez no les dejaron ser niños.
Lo mejor: Las interpretaciones de los niños.
Lo peor: Intuímos antes su ideología que su historia, y eso le resta puntos.

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Nota: 6'5

sábado, 28 de septiembre de 2013

Crítica de LOS PASOS DOBLES, de Isaki Lacuesta

Los pasos dobles es un ejemplo de historia sin historia, de cine sin cine, de arte sin arte. Lacuesta parte del concepto pero no sabe convertir esa idea en imágenes interesantes. Las relaciones internas de Los pasos dobles sólo están al alcance de sus responsables, por lo que todo resulta inexplicable y críptico. Cine escapista, road movie sin hoja de ruta, producto recubierto de una supuesta intelectualidad y pureza que molesta sobremanera. Productos, eso sí, que de tan herméticos pasan por brillantes para determinados círculos festivaleros: ahí está la Concha de oro más inexplicable y marciana de los últimos años frente al ninguneo en ese palmarés de No habrá paz para los malvados. Lo mejor que se puede decir de estos pasos por África es que propone en pleno siglo XXI una curiosa unión entre un cine independiente ajeno a corsés o formas ya marcadas y un cine ligado a la tradición que quiere dialogar sobre la propia naturaleza del relato: Los pasos dobles es la historia de una gran farsa, de una recreación imaginaria ligada a la leyenda, a las historias de transmisión oral y al folklore. Pero, como ya os podréis imaginar, todo ello son cuestiones sesudísimas que entran en contradicción con el vacío de gran parte de las escenas del film. Lacuesta también sabe que su material está, por definición, alejado de las inquietudes del espectador moderno. De la misma forma que pensamos que Los pasos dobles hubiese podido explotar todo su potencial étnico como obra escultórica o pictórica, creemos que la película ha equivocado su círculo de difusión, ya que sólo encaja en proyecciones en centros culturales, museos y espacios a los márgenes del 'cine de salas'. Cosas de la modernidad, Los pasos dobles ha sido editada en dvd y es uno de los buques insignia de ese cine 'out' que la crisis hará crecer como la espuma. Ahora bien: basta ver los extras de ese dvd para darse cuenta que tras las palabras de Lacuesta se esconde la nada más absoluta, bien por demasiada arquitectura intelectual o bien por total improvisación del director.


Para los que siguen el rastro de ese cine entre lo ridículo y lo genial.
Lo mejor: Se aprecia su difícil concepción y la singularidad de sus espacios e intérpretes. La banda sonora tiene entidad de western moderno.
Lo peor: Que a Lacuesta le interesa más homenajear a Augieras y promocionar a Barceló que contar una historia inspirándose en la obra de ambos.

Nota: 3'5

viernes, 27 de septiembre de 2013

SAN SEBASTIÁN 2013 | NUESTRO PALMARÉS


CINOSCAR & RARITIES premiaría a:


Concha de oro: CANÍBAL de Manuel Martín Cuenca (España)

Premio especial: CLUB SANDWICH, de Fernando Eimbcke (México)
Concha de Plata al mejor actor: JAVIER CÁMARA, por Vivir es fácil con los ojos cerrados
Concha de Plata a la mejor actriz: MARIAN ÀLVAREZ, por La herida
Mejor director: FERNANDO FRANCO, por La herida
Mejor guion: Javier Gullòn, por ENEMY
Mejor fotografía: Paul Esteve Birba, por CANÍBAL





CINOSCAR & RARITIES apuesta por:


Concha de oro: LA HERIDA, de Fernando Franco (España)
Premio especial: PELO MALO, de Mariana Rondón (Venezuela)
Concha de Plata al mejor actor: THIERRY LHERMITTE, por Quai D'Orsay
Concha de Plata a la mejor actriz: MARIAN ÀLVAREZ, por La herida
Mejor director: JASMILA ZBANIC, por For Those Who Can Tell No Tales
Mejor guion: Hanif Kureishi, por LE WEEK-END
Mejor fotografía: Paul Esteve Birba, por CANÍBAL


TOP 5 de la SECCIÓN OFICIAL
1. CANÍBAL (España)
2. LA HERIDA (España)
3. ENEMY (Canadà)
4. VIVIR ES FÁCIL CON LOS OJOS CERRADOS (España)
5. CLUB SANDWICH (México)

TOP 5: Las mejores películas del festival
1. DE TAL PADRE, TAL HIJO (Japón)
2. GRAVITY (EE. UU.)
3. HELI (México)
4. GLORIA (Chile)
5. CANÍBAL (España)

SAN SEBASTIÁN 2013 | DÍA 7 | LA HERIDA, PRISONERS, HELI y L'AMOUR EST LE CRIME PARFAIT

La herida, de Fernando Franco. Último film de la Sección oficial a concurso.

En Donosti ya hemos visto todos los films a concurso y sólo queda esperar a que el jurado presidido por Todd Haynes dé a conocer su veredicto. La sección oficial se clausura hoy con El extraordinario viaje de T. S. Spivet, la nueva invención de Jean-Pierre Jeunet que no aspira a premio. Quien sí puede y debe figurar entre los premiados es La herida, una ópera prima de formas dardenianas que esconde un drama superlativo. Marian Àlvarez confirma el talento del que ya hizo gala en Lo mejor de mí y brindó ayer la interpretación femenina màs remarcable del festival. La historia de una enfermera con transtornos de personalidad, bruscos cambios de humor y tendencia a la automutilación dejó anonadado a todos: unos creen que el film es 'demasiado problemático', y otros nos hemos dejado llevar al fondo del pozo por un personaje contradictorio. Es una de las cintas españolas más compactas del año y esperemos que eso tenga su reflejo en los galardones.

El extraordinario viaje de T. S. Spivet, de Jean-Pierre Jeunet. Sección oficial, sesión de clausura.

Y con la sección oficial clausurada, el gran divertimento de la jornada está siendo Hugh Jackman. El actor de Los Miserables llegó ayer a la capital a las once y media de la noche: era imposible no oír los gritos entusiastas de los (y sobre todo 'las') fans del actor que se agolparon a la entrada del Kursaal. Prisoners, el film que presenta, lo hemos podido ver esta mañana a dos semanas para su estreno español: se trata de un thriller absorbente, con un gran reparto y momentos de gran tensión. Prisoners ha gustado a todos, y seguramente el buen sabor de boca que ha dejado el film ha hecho que se despejen las dudas sobre los méritos de Jackman como Premio Donostia de este año (al fin y al cabo, se trata de un reconocimiento bastante prematuro). En breve os contaremos todo lo que dé de sí la rueda de prensa que el actor y el equipo del film concederá en escasos minutos.

Prisoners, de Denis Villeneuve. Sesión especial fuera de concurso.

A las prisas típicas de los acreditados y el público donostiarra y visitante se añade otro factor: el festival se acaba y la calle empieza a llenarse de gente con maletas. Nosotros haremos la nuestra mañana: todavía estamos digiriendo Heli, potente film mexicano del que hablaremos la semana que viene, así como L'amour est le crime parfait, la nueva 'boutade' de Arnaud Larrieu y Jean-Marie Larrieu tras Los últimos días del mundo con un Mathieu Amalric excelente (como siempre). Y precisamente eso es lo que estamos deseando: tener tiempo para digerir, pensar y escribir a conciencia sobre la cuarentena de films que hemos visto en apenas ocho días. Mañana, balance y palmarés final. ¡Saludos a todos!

9 mois ferme, de Albert Dupontel. Clausura sección Perlas.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Crítica de DALLAS BUYERS CLUB, de Jean-Marc Vallée

La historia de Ron Woodroof es una de esas biografías que no aparecen en los libros de historia, que no merecieron ningún tipo de homenaje y que nadie a posteriori se ha encargado de reivindicar. Un hombre como él, adicto a las mujeres, al alcohol y a la mala vida, se puso el mundo por montera, toreó a la FDA y dio muchísima esperanza a muchísimos enfermos de SIDA a mediados de los 80, una enfermedad que él mismo padecía y que le obligó a cambiar su ética y estilo de vida. Dallas Buyers Club es la historia de una evolución, de una reconversión, de una lucha y de un terror inmenso: el que sufrieron millones de heterosexuales y homosexuales al ser portadores de un virus para el que no existía cura y que iba acompañado de un enorme prejuicio social. Jean-Marc Vallée, director con nervio y muy respetuoso con la realidad queer, se encarga de dar brío a este biopic capitaneado y eclipsado por la grandísima interpretación de Matthew McConaughey: de él emana el drama, surgen las risas y nacen todos los conflictos de la película. El ex adicto a las comedias románticas ofrece un trabajo portentoso, tan exagerado y excéntrico como dictan los cánones académicos, y con una transformación física de vértigo. Por lo demás, la película comparte muchos de las atributos del cine queer indie norteamericano, algo que ya pudo detectarse en otras nominadas a la estatuilla como Boys don't Cry, Mi nombre es Harvey Milk o Transamérica: aunque el personaje retratado ofrece un amplio abanico de luces y sombras al final siempre prima la parte más luminosa, la libertad inicial acaba cediendo a la conclusión azucarada y las ataduras del biopic (hay que ser fiel al caso real) restan espontaneidad al film. En conjunto, Dallas Buyers Club es una propuesta un tanto grosera y con una tendencia al humor pasado de rosca que no termina de funcionar tan bien como sucedía en C.R.A.Z.Y. Pero si por algo la película destaca y triunfa es por McConaughey: él es Dallas Buyers Club, y la película es su particular vehículo de lucimiento para conseguir la nominación al Oscar que tantos años viene tanteando (pensamos, claro está, en Mud, Killer Joe y Magic Mike). Una película dinàmica y fresca, algo que los presentes en Donosti hemos agradecido tras tanto film europeo de larguísimos planos fijos y ausencia de diálogo.


Para los que no se pierden esas obras 'de las que todo el mundo hablará en breve'.
Lo mejor: Matthew McConaughey.
Lo peor: En esencia, no deja de ser un telefilm de lujo mejor montado, escrito e interpretado.

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Nota: 6'5


SAN SEBASTIÁN 2013 | DÍA 6 | DEVIL'S KNOT, CLUB SÁNDWICH, FOR THOSE WHO CAN TELL NO TALES y MOTHER OF GEORGE

A Touch Of Sin (Un toque de violencia), de Jia Zhang-Ke. Sección Perlas. Mejor guión, Cannes 2013.
Las películas se van acumulando y sòlo queda tiempo para destacar los films de la sección oficial: en pocos días os contaremos nuestras impresiones de A Touch Of Sin, Dallas Buyers Club y Jeune et Jolie, ambas vistas en Cannes y que han cursado en San Sebastián dentro de la sección Perlas. Las quinielas son la orden del día en los corrillos, palcos y descansos del festival: para que podáis hacer vuestras apuestas, nos centraremos en los films de la Sección oficial.

Condenados (Devil's Knot), de Atom Egoyan. Sección oficial a concurso.

El enésimo descontento general que ha producido la sección oficial lo ha marcado Condenados (Devil's Knot), el nuevo trabajo de Atom Egoyan. El director de El dulce porvenir debió intuir la acogida poco entusiasta que ha tenido su película porque en la rueda de prensa apenas ha recibido preguntas. Cuesta encontrar al Egoyan de siempre en este nuevo film, salvo algunas coincidencias temáticas con títulos como Exótica. El problema de Condenados es que quiere ser muy fiel a los hechos que cuenta, y de esa dependencia con el caso real surge un film demasiado pulcro y distante, màs coherente con el formato de tv movie que con la banda de nueva obra de un gran director. Sòlo el prestigio de Egoyan explica la inclusión del film en la sección oficial: todo lo que rasque este fin de semana en el palmarés será injusto.

Club Sandwich, de Fernando Eimbcke. Sección oficial a concurso.

La mexicana Club Sándwich, en cambio, dejó a toda la platea con una sonrisa en los labios. Fernando Eimbcke cuenta las peculiares vacaciones en un hotel de una madre y un hijo en plena adolescencia sin demasiado que hacer y poco que hablar. El film termina en el terreno de la comedia costumbrista de exploración sexual y problemas familiares, y funciona a pleno rendimiento cuando el guion y los actores dan lo mejor de sí. Es, con todo, una historia muy pequeña, casi anecdótica, que perfectamente podría proyectarse en una de las secciones paralelas. Viendo el panorama donostiarra, más bajo que el de la cosecha anterior, y por ser una película que crece a medida que avanza el metraje, no sería extraño que se alzase con alguna mención, siempre que Pelo Malo, la otra apuesta suramericana por la Concha, no esté entre las preferencias del jurado.

For Those Who Can Tell No Tales, de Jasmila Zbanic. Sección oficial a concurso.

Sin abandonar la Sección oficial, For Those Who Can Tell No Tales es el regreso de la bosnia Jasmila Zbanic a su tema preferido: las heridas de la Guerra de los Balcanes. La película merece un análisis más extenso, algo que dice mucho de este largometraje de apenas 75 minutos. Con todo, después de Grbavica y En el camino, sí podemos avanzaros que se trata del trabajo menos lucido de la directora. En esta ocasión, las huellas del conflicto son rastreadas por una turista australiana que se hospeda en un complejo hotelero que dos décadas atrás sirviò como centro para torturar y violar a centenares de mujeres. Zbanic coquetea con el documental, cuando el film precisa un tratamiento desde la ficciòn. No engaña a nadie, pero no ha cumplido nuestras expectativas. Y una sospecha: ¿el film está en Donosti porque fue rechazado por Cannes y Venecia? Nosotros tememos que sí.

Jeune et Jolie (Joven y bonita), de François Ozon. Sección Perlas.

Esta tarde cerrará la sección oficial la cinta española La herida, film que mañana abrirá la última alfombra roja antes de la clausura. El film de Fernando Franco puede y debe colarse en el palmarés: concretamente se espera que Marian Álvarez gane la Concha a la mejor actriz después de una selección con pocas interpretaciones femeninas destacadas. En actor hay tres nombres muy firmes: Javier Cámara por Vivir es fácil con los ojos cerrados, Antonio de la Torre por Caníbal y Thierry Lhermitte por Quoi d'Orsay (y a propósito del film de Tavernier, cabe apuntar que parece haber gustado a todo el mundo menos al señor Boyero y a un servidor: estará en el podio). Cito a mi compañera de platea de esta mañana: 'con esta selección, no sería extraño que ganase lo inesperado, como pasó con Los pasos dobles' (y en la sesión del film de Lacuesta casi nadie llegó sentado al final de la proyección...).

Luton, de Michalis Konstantatos. Sección Nuevos Directores.

Terminamos con una panorámica a la sección Nuevos Realizadores, cuyos títulos analizaremos más a fondo en próximos escritos. Yozgat Blues, de la que ya os hablamos ayer, es la peor valorada según los resultados de las encuestas del público que registra el periódico diario del festival: es un misterio que nadie haya valorado la melancolía y la belleza de este film tan complejo. Desconocemos la media numérica de la griega Luton, pero seguramente no será muy alta: en sus dos proyecciones del miércoles, la película fue recibida entre abucheos (sin ser escandalosamente mala, daba para mucho más: confirma, eso sí, que la moda del cine griego 'crudo y duro' ha llegado a su fin). De la lituana The Gambler puede decirse lo mismo, pero en este caso con respecto al cine negro nórdico: este thriller, historia de un médico que gana dinero a costa de un juego macabro con sus enfermos, es todo exageración, grito pelado y tortazos sin sentido. Y por último, Mother of George, aplaudida en Sundance, ha sido recibida entre caras de cansancio: no emociona esta lenta historia de una pareja nigeriana presionada por su familia para tener un hijo.

Dallas Buyers Club, de Jean-Marc Vallée. Sección Perlas.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

SAN SEBASTIÁN 2013 | DÍA 5 | THE RAILWAY MAN, UNA CUESTIÓN DE TIEMPO, SIGO SIENDO y YOZGAT BLUES


The Railway Man (Un largo viaje), de Jonathan Teplitzky. Sección oficial a concurso.

Estrenos muy esperados y cintas desconocidas se unen en el escaparate donostiarra. Por motivos obvios, Un largo viaje (The Railway Man) ha sido la película de la jornada. Colin Firth, Nicole Kidman, Stellan Skarsgard y Jeremy Irvine protagonizan este melodrama en el que la guerra, como ya sucediese en grandes melodramas recientes como Expiación o The Reader, forma parte del pasado de los personajes y aparece en pantalla a modo de recuerdos y flashbacks. Historia conmovedora de un soldado que fue torturado en Singapur y que años después vuelve a reencontrarse con uno de los japoneses que orquestró la masacre. Le puede cierta tendencia al folletín, pero la película está bien contada y sus actores son un valor seguro. Se estrenará el 13 de diciembre y perfectamente podría ser uno de los éxitos adultos de la cartelera navideña. Aspira a premio e hizo llorar a más de uno.

Una cuestión de tiempo (About Time), de Richard Curtis. Perla.

Una cuestión de tiempo (About Time) es la nueva propuesta del director de Love Actually, y el amor sigue siendo la base de la película. A la consabida premisa de 'chico conoce chica' se une una novedad: el chico tiene el poder de viajar en el tiempo, un don que utiliza para conquistar a la chica de sus sueños. Es una película fresca y divertida a la que le sobra metraje y la obvia moraleja final. Con todo, no esperábamos nada de ella y tras el visionado se explica su inclusión en la lista de Perlas del festival. Su humor británico y la falta de ganchos juveniles en su reparto puede dejarla fuera de combate en su distribución internacional, pero seguramente estamos ante una de las propuestas rosa más interesantes del año. 

Sigo siendo, con Javier Corcuera.

En el saco de rarezas hay que apuntar Sigo siendo de Javier Corcuera, documentalista emblemático del cine español desde que rodase La espalda del mundo. La película documenta el folklore, las canciones y el alma musical de distintos personajes y paisajes peruanos, desde los indígenas ketchuas hasta los habitantes de Lima. Corcuera ha tardado cuatro años en dar forma a este proyecto, y en paralelo es una película que va cogiendo cuerpo a medida que avanza. Difícilmente podrá verse fuera de la órbita festivalera, y aún así es una película con ritmo y mucho cariño que analiza, siempre con la música como hilo conductor, los cambios y las desigualdades sociales de una Latinoamérica contradictoria y apasionante. El cine es un viaje, y Sigo siendo es una fantástica travesía por la geografía y el latir de Perú.

Yozgat Blues, de Mahmut Fazil Coskun. 

Y de Suramérica a la otra punta del mundo. Dentro de la sección Nuevos Realizadores, Yozgat Blues es una película que se ha llegado sin hacer ruido pero que probablemente es una de las mejores cintas de su selección. El novel Fazil Coskun cuenta la historia de un cantante que se une a una de sus alumnas en una gira por Yozgat, pueblo turco donde coinciden con un peluquero con corazón y un extravagante artista que dirige un programa radiofónico. Aparentemente no cuenta nada, pero el film es sumamente complejo: esconde un gran relato de miedos, esperanzas, dolores ocultos y deseos no expresados. 

Of Horses And Men, de Benedikt Erlingsson. Sección Nuevos directores.

OSCARS 2014: PRISONERS, de Denis Villeneuve

PRISIONEROS (PRISONERS), de Denis Villeneuve (Estados Unidos, 2013)
¿De qué va?: Dos parejas de amigos quedan para cenar en la casa de uno de los matrimonios. Mientras los mayores preparan la cena y charlan de sus cosas, las dos niñas juegan en un jardín cercano. A la hora de comer, todos se percatan que las pequeñas han desaparecido, y en cuestión de minutos se activa un dispositivo de búsqueda por todo el vecindario. Keller Dover no puede esperar más para reencontrarse con su hija y decide llevar personalmente el caso. Las investigaciones de Dover interfieren con las del policía en cargo, y las tensiones aumentan cuando Dover acuse a un joven con problemas mentales como el presunto secuestrador y posible asesino de las niñas.
La clave: Drama y thriller intenso con un reparto de lujo lleno de oszarizados y oscarizables. Jackman quiere una segunda nominación consecutiva y Paul Dano, que da vida a uno de los personajes más complejos de la trama, podría tener aquí su ocasión de oro para figurar en el quinteto nominado.



¿Por qué puede ganar el Oscar?: El melodrama familiar es uno de los géneros predilectos de la Academia. Prisoners parece un bombón de Oscar y su reparto no pasará desapercibido en los SAG. Las primeras críticas son muy favorables, y el hecho de que se estrene pronto (29 de septiembre en EE. UU., 18 de octubre en España tras pasar por Donosti) puede ser un punto a favor ante una temporada de premios a priori tan empatada. Tanto Villeneuve, canadiense alejado de la órbita hollywoodiense, como Guzikowski, joven guionista que ya escribió el remake número uno en taquilla Contraband, son dos valores con mucho futuro.


Posibles nominaciones: Película, guion, actor protagonista (Jackman), actor secundario (Dano), actriz secundaria (Leo).

martes, 24 de septiembre de 2013

Crítica de GRAVITY, de Alfonso Cuarón

Cuando llegó el 3D a las salas se nos dijo que no veríamos la película: 'estaríamos' en ella. Obviamente eso no se produjo, ya que para disfrutar del film poco importa el factor tridimensional si la historia, el guion, los actores y los distintos apartados, no sólo los técnicos, que conforman la obra no convencen. Con Gravity es la primera vez que el formato 3D acoge una historia que no puede contarse de otra manera. Olvidemos los salvapantallas de Pandora o las bellas imágenes de La vida de Pi: Gravity es el film 3D más logrado. Y lo es porque la película quiere ser ante todo una experiencia, y en ese viaje lleno de angustia e ingravidez que propone Cuarón es muy importante 'estar' con los actores y no simplemente 'contemplarlos'. El reto era enorme y el logro ha sido superlativo: el film es puro chute de adrenalina.
Gravity es una pirueta visual, un juego y, no exageramos, un paso adelante para el cine del S. XXI. Gravity devuelve la dignidad al blockbuster de acción, al cine de vocación popular; vuelve a demostrar que el cine en la sala de cine sigue siendo la experiencia fresca y alucinante que fue el primer día, y que sus posibilidades creativas distan de haberse agotado; y como operación comercial, demuestra a todas las partes de la industria que sí se puede hacer una película única que sólo puede exhibirse,  proyectarse y disfrutarse por los circuitos habituales. Desconocemos hasta qué punto Cuarón es consciente de la magnitud de su proyecto, pero el realizador mexicano ya tiene un lugar de honor reservado en la historia del séptimo arte. 


Para terminar, cabe apuntar dos detalles que no podemos dejar de citar. Gravity tiene una trama mínima: cuenta cómo la doctora Ryan Stone intenta sobrevivir en el espacio después de que su nave fuese destruida por un conjunto de asteroides. No hay lecturas filosóficas ni referencias kubrikianas: Gravity debe verse sin pensar, y si intentan hacer lo contrario el imparable ritmo del film les impedirá cualquier reflexión durante el visionado (bastante hace el espectador con respirar y templar los nervios ante la angustiante travesía de la protagonista). Es horas después de la proyección cuando uno intuye una cosmogonía, un mundo propio y unos símbolos personales en el film, y esa es la prueba de que Gravity ha venido para quedarse en la lista de mejores películas de la tan manida ciencia ficción. Tiempo al tiempo.
Finalmente, es importante destacar que una película tan singular debe valorarse con unos parámetros igual de particulares. Gravity lleva la dirección e interpretación cinematográfica a otro nivel, y eso no debe servir para restar méritos a Cuarón y, sobre todo, a Sandra Bullock. El film es una coreografía humana y técnica, un vals interespacial en el que todas las partes deben seguir la misma cadencia. Un ejercicio de precisión milimétrica que no está al alcance de todos. De Cuarón diremos que merece como mínimo la nominación al Oscar: no importa que su película esté fuera de lo académico o premiable. Y de Bullock, afirmamos abiertamente que nunca antes habíamos deseado que le saliesen las cosas tan bien en la ficción: su personaje es pura dinamita emocional y desgaste físico, algo que merece todos nuestros aplausos y que enlaza con el mítico personaje de la teniente Ripley que daba vida Sigourney Weaver en la saga Alien. Gravity no tardará en dejar una marca igual de importante: de momento, es una de las películas del año.


Para los que piensen que 'ya lo han visto todo'.
Lo mejor: Por fin estamos ante un título que no se puede contar: hay que verlo-vivirlo.
Lo peor: Los posibles prejuicios con los que tendrá que lidiar por parte de la crítica conservadora. 

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Nota: 9

Crítica de EL MUERTO Y SER FELIZ, de Javier Rebollo

¿El muerto y ser feliz es una película literaturizada o un cuento breve hecho película? ¿En ella nacieron antes las imágenes o la voz narradora que nos cuenta lo que sucede en pantalla? (esto último, evidentemente, a sabiendas de que en el proceso de montaje las dos partes fueron retocadas para conseguir un estilo homogéneo). Todo ello preguntas más que razonables que uno formula al ver el nuevo trabajo de Javier Rebollo, director a contracorriente que ama el interrogante, o al menos lo antepone a la respuesta sin aspavientos. El muerto y ser feliz es un misterio: si antes no sabíamos casi nada de Lola y desconocíamos quién era esa mujer que buscaba un piano inexistente, ahora asistimos al ocaso, tal vez a la huida, o quizás a la eternización, de un matón de poca monta con severos problemas de salud que viaja por los caminos secundarios de Argentina. La clave de Rebollo reside en observar a los personajes desde fuera, bien simulando que no se conoce más que lo que capta la cámara o bien escondiendo a conciencia los datos que circundan la historia. Datos, además, que en algunos casos son del todo decisivos y que reman a la contra del cine 'comercial' o 'convencional', aunque tal vez Rebollo prefiera el término 'habitual': nunca llegamos a conocer al personaje protagonista, por lo que el peso del film, paradójicamente, recae en un contenido pero a la vez desenvuelto José Sacristán, obligado a llenar el personaje a la vez que lo vacía de cualquier sentimentalismo o pista sobre su verdadera naturaleza e intenciones. Rebollo nos propone un viaje subyugante, y para disfrutarlo hay que rascar su aparente superficie de excentricidades, ya que en su interior anida un drama rotundo, una comedia socarrona, un western de espíritu clásico y una novela de caballerías modernizada. De Santos sabemos que tiene tres tumores y que su devenir culmina en una triple posibilidad, el ejemplo de final abierto más excitante en mucho tiempo; conclusiones, todas ellas, antitéticas, que trazan diferentes dibujos del personaje (a saber: vaquero hastiado, caballero andante fantasmagórico o niño al amparo de un helado): Rebollo, en definitiva, prefiere el multirrelato a la trama única, y ello precisa de una voluntad de entendimiento que no compartirán gran parte de los espectadores. El muerto y ser feliz podría parecer un largometraje muy pagado de sí mismo, pero en realidad es una gran 'pavada', término ché, que tiene el laconismo, el ingenio y el surrealismo de Borges y de Cervantes. Un film de viajes, metalingüístico, entre la realidad y la ficción, que junto al Mapa de León Siminiani y Los pasos dobles de Isaki Lacuesta da forma al espíritu aventurero de un cine español que aun discurriendo por los márgenes ha venido para quedarse.


Para los que saben que ir al cine es viajar en calidad de copiloto.
Lo mejor: Sacristán cantando el 'Pena, penita, pena'.
Lo peor: La película 'cuesta', incluso poniendo la máxima voluntad y atención.

Nota: 6

SAN SEBASTIÁN 2013 | DÍA 4 | GRAVITY, OKTOBER NOVEMBER, VIVIR ES FÁCIL CON LOS OJOS y QUAI D'ORSAY

Gravity, de Alfonso Cuarón. Sección Perlas. Film inaugural Venecia 2013.

Seguimos en Donosti. Ya hemos visto la mitad de los films a concurso, y aunque cada compañero tiene sus favoritas, todavía no ha llegado a la sección a concurso 'esa película' capaz de deslumbrar a todos y de llevarse la Concha. Tal vez por eso la sesión ayer por la tarde en 3D de Gravity, con posterior rueda de prensa de Jonás y Alfonso Cuarón, fue el gran acontecimiento del certamen. Pero el film de Cuarón se merece un post para él sólo, por lo que repasaremos las películas más destacadas.

Oktober November, de Götz Spielmann. Sección oficial a concurso.

Oktober November, drama del austríaco Götz Spielmann, es la historia de dos hermanas de vidas muy distintas: mientras una se fue de casa y triunfó como actriz, la otra ha cuidado del padre y del hotel que la familia tiene muy cerca de los Alpes austríacos. Los que vimos Revanche, la anterior obra del director, hemos detectado una continuación del estilo frío del cineasta, unido, además, a la moda del cine austríaco en nuestras salas con la trilogía de Seidl y la consagración definitiva de Haneke. La película es sugerente, tal vez un poco larga, pero en conjunto es un buen acercamiento a los lazos y puntos de separación de dos seres que se quieren y que a la vez esconden muchísimos secretos. Tendrá difícil llegar al palmarés, pero sus dos actrices protagonistas merecen un ex-aequo. En concreto, hay una escena que vuelve a nuestra mente de forma repetida: los espasmos del padre moribundo en la cama. Y esa es sólo una de las tantas imágenes imponentes de la película...

Quai d'Orsay, de Bertrand Tavernier. Sección oficial a concurso.

Quai d'Orsay es un giro en la dilatada carrera de Bertrand Tavernier: del cine realista que lo encumbró a la sátira política que hoy ha presentado en San Sebastián hay todo un mundo. Y quien escribe prefiere el Tavernier de toda la vida: aunque el film es sumamente actual y viene a desacreditar todavía más a la clase diplomática y política europea, sus diálogos se suceden atropellados y estridentes, recitados por intérpretes histriónicos que rozan el cómic y caen en el ridículo. Desde la platea y los palcos se oían constantes carcajadas, pero a nosotros no nos ha hecho ninguna gracia. El comentario a la salida era que 'una comedia no puede ganar el Festival': ojalá se cumpla el pronóstico, pero mucho nos tememos que Quai d'Orsay es un film demasiado fácil de galardonar. A muchos les encantará, y no es de extrañar que también encandile al jurado: servidor pudo ver a Cesc Gay con expresión de aprobación. Habrá que esperar.

Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba. Sección oficial a concurso.

Vivir es fácil con los ojos cerrados era una de las más esperadas, algo que se volvió a demostrar en otra larga cola alrededor del Teatro Principal. No defraudó: es un film luminoso, una bomba de oxígeno a unos años muy duros (los de posguerra) y a un cine (el de David Trueba) con tendencia a caer en la complacencia. La película sigue siendo un ejercicio de 'buenismo costumbrista', pero convence por el redondo personaje que interpreta Javier Cámara, un profesor de inglés que viaja con su destartalado coche hasta Almería para hablar con John Lennon. En la rueda de prensa, Cámara ha sido la sal del evento y Trueba ha respondido con su elegancia habitual. Un tónico audiovisual que llena de optimismo. No sabemos si Cámara se llevará la Concha: de momento, cruzamos los dedos para que esta vez sí se lleve el Goya. Muy atentos al personaje de 'El Catalán' que da vida Ramon Fontseré: antológico. Y hay que decirlo: ¡cómo ha crecido el niño de Pa negre! (que, nos apostamos algo, ha recibido clases de dicción).

Child's Pose (La postura del hijo), de Calin Peter Netzer. Oso de oro del Festival de Berlín 2013.

Esta tarde llega una de las más esperadas: The Railway Man con Colin Firth y Nicole Kidman. Y en breve os hablaremos de Child's Pose y La dune, que ya pudimos ver ayer. Infinidad de fotogramas que se van acumulando y desbordando... y es muy significativo que la aventura espacial de Cuarón, fuera de concurso y con su carrera comercial más que encarrilada, sea, de momento, la película del festival. Nosotros no desesperamos: seguimos viendo películas. También contándoslo todo desde el blog, facebook y twitter. ¡Hasta pronto! 

lunes, 23 de septiembre de 2013

Crítica de LAS BRUJAS DE ZUGARRAMURDI, de Álex de la Iglesia

El cine de Álex de la Iglesia siempre ha sido eminentemente masculino, pero en el fondo sus tramas están controladas por mujeres. Ellas, según el esquema de De la Iglesia, complican y dan sentido a la existencia de ellos. La guerra de sexos es la base de Las brujas de Zugarramurdi, película que tras sus capas de magia, thriller y parodia esconde el discurso de toda la vida ampliado y desvirtuado. En esta ocasión, las mujeres son unas brujas dispuestas a hacer la vida imposible a dos ladrones de poca monta que intentan fugarse a Francia tras atracar una tienda de 'Vendo oro'. A ello se le suma la novia desquiciada de uno de los atracadores, dos policías con secreto y una profecía en la que aparece 'una esponja amarilla'. ¿Que suena raro? La película lo es todavía más. De la Iglesia tiene un sentido del humor y del thriller impresionante: como espectador te coge, te zarandea y no te suelta. Las brujas de Zugarramurdi invita a la risa, tiene algunas escenas bastante terroríficas, y por tener hasta presume de un Carlos Areces y Santiago Segura vestidos de mujer mayor. El film tiene un problema grave: va tan deprisa, se sabe tan loca y está tan desbocada que al final acaba estampándose contra la cuneta, uniendo momentos sublimes con otros directamente ridículos. El film no deja de ser un juego, una función más del circo de los horrores que tanto interesa a De la Iglesia y que cita de forma directa en su surrealista epílogo. Por la calidad de su reparto y de sus aspectos técnicos, cuestiones que seguramente serán valoradas en los próximos premios Goya, estamos ante un film con potencial de obra de culto, algo que ya sucedió con El día de la bestia. Y a pocos días para su estreno en salas, cabe destacar que estamos ante un film de vocación popular que se disfruta más con la sala llena conteniendo el aliento o soltando risotadas: en épocas de baja asistencia a las salas, el film propone una catarsis colectiva en pantalla grande. En el otro lado, Las brujas de Zugarramurdi es una batidora que tritura cualquier sentido de la lógica, y la diversión de Crimen ferpecto o La comunidad es sustituida aqui por una sensación de grandilocuencia y saturación. Cuesta articular palabra tras los primeros títulos de crédito (no diremos por qué) y uno no sabe qué decir cuando se abren las luces. ¿Conclusión? Las brujas de Zugarramurdi es un film demasiado loco, incluso para venir firmado de alguien tan desquiciado como De la Iglesia. 


Para amantes de películas excesivas. 
Lo mejor: Macarena Gómez y Jaime Ordóñez han venido a la familia De la Iglesia para quedarse. Que pone carpetazo a la moda zombie: ¡volvemos a las brujas con escoba!
Lo peor: El aquelarre final dura demasiado y le faltan muchos hervores. Cierta tendencia al chiste de sitcom española poco o nada elegante.

Nota: 6

SAN SEBASTIÁN 2013 | DÍA 3 | CANÍBAL, GLORIA, FRUITVALE STATION, MON ÂME PAR TOI GUÉRIE y THE JAPANESE DOG

Caníbal, de Manuel Martín Cuenca. Sección oficial a concurso.

Hoy hemos podido ver cinco películas en Donosti. Empezamos a perder la noción del tiempo e incluso del espacio, y apenas comemos: nunca mejor dicho, nos alimentamos de cine (con el perdón de los fantásticos lugares de tapas y pinchos de la ciudad). Y seguramente por eso, por la necesidad de poner un nexo común a todo aquello que vemos sin apenas posibilidad de digerir las imágenes, la conclusión del día es que hemos asistido a cinco películas de personajes, todos ellos muy distintos.

Mon âme par toi guérie, de François Dupeyron. Sección oficial a concurso.

Frédi es el protagonista de Mon âme par toi guérie, un hombre con poderes sanadores que atropella sin querer a un niño y que se enamora de una mujer alcohólica. François Dupeyron ya sabe lo que es ganar aquí, pero sin duda no podrá repetir triunfo. La película, muestrario de personajes deshechos, traumatizados y extravagantes, no termina de cuajar, se alarga y estanca hasta llegar a las dos horas, y al final no queda muy claro qué quería contarnos el director con tanta monserga. Desde el palco del Victoria Eugenia podía verse a más de un asistente echando una cabezadita mientras en pantalla no sucedía casi nada. Sólo el prestigio de su director y su vinculación con el certamen vasco explica la presencia de esta olvidable película en la Sección oficial a concurso.

Gloria, de Sebastián Lelio. Sección Perlas. Representante chilena a los Oscar 2013.

Gloria es un personaje tan rico que la película, la crónica de una mujer de 58 años con ganas de vivir y amar, sólo puede tener su nombre: Gloria (incluyendo la famosa canción de Umberto Tozzi en una escena final apoteósica). Paulina García, Oso de oro a la mejor actriz en Berlín, interpreta a un ser entrañable, entre lo payasesco y lo dramático: estamos ante una de las interpretaciones del año. El film explica los estados de ánimo de Gloria, sus ganas por aprovechar sus últimos años de juventud y sus ganas por empezar una nueva vida al lado de un hombre tras su divorcio. No existe un retrato más desolador del síndrome del 'nido vacío', o lo que es lo mismo, la soledad de la madre que ya no cuenta ni con sus hijos ni con su marido; y al mismo tiempo el film no podría ser más vitalista y esperanzador (a la salida del cine alguien decía que incluso 'feminista'). Ver a García en acción vale por todos los posibles defectos de la cinta. Seria aspirante a ganar el Premio del público.

The Japanese Dog (Câinele Japonez), de Tudor Cristian Jurgiu. Sección Nuevos Realizadores.

El abuelo de The Japanese Dog (Câinele Japonez) es un ejemplo de la Rumanía rural que se resiste al cambio: aunque lo perdió todo en una inundación, no está dispuesto a abandonar sus tierras y no quiere vender los terrenos para construir edificios. El cambio vendrá con su hijo, la esposa japonesa y el hijo pequeño de ambos, que le regala un perro de juguete con luces y voces. La película sigue una constante que recorre gran parte de las películas de la sección Nuevos Directores: tramas mínimas, planos lánguidos, ausencia de diálogo y personajes con profundos procesos internos. Difícilmente llegará a proyectarse por las vías habituales, pero es un film entrañable, contado con sencillez y mucho cariño. Un ejemplo de cómo contar mucho en muy poco.

Fruitvale Station, de Ryan Coogler. Sección Perlas. Mejor película del Festival de Toronto.

El protagonista de Fruitvale Station se inspira en un caso-nombre real: Oscar Grant, un joven que murió al ser disparado por un policía tras una pelea en el metro durante la Nochevieja del año 2009. La película arranca con un vídeo de mala calidad del suceso verídico, y luego propone una ficción que nos lleva irremediablemente a la trágica escena. Desgraciadamente la película no convence: todo resulta demasiado exagerado, tópico y ruidoso; el preludio subraya en exceso las virtudes y defectos de su padre de familia, y luego termina enseñando lo que todos esperábamos con una simpleza preocupante. Es entretenida e incluso conmueve, pero cuesta sentir empatía por un producto tan manipulador que recuerda 'lo malos que son los blancos con los negros'. Ha ganado Sundance y la avalan los Weinstein, pero creednos: es un telefilm de usar y tirar. Nos quedamos con la madre que interpreta Octavia Spencer, nueva demostración de quién es la afroamericana secundaria de lujo del nuevo cine yanki. Cito a mi compañera de sesiones: 'a mi las pelis de 'negratas' con palabrotas no me van'. Ahí queda el dato.

Caníbal, de Manuel Martín Cuenca. Sección oficial a concurso.

Y para terminar, el personaje más complejo. Carlos arremete contra un coche, recoge el cadáver de una mujer joven y posteriormente lo traslada a su refugio, lo trocea, lo embala y dispone su carne en la nevera de un piso de Granada, lista para ser cocinada. Ese proceso macabro no lo vemos pero lo intuimos, algo que impacta todavía más. Caníbal recuerda a Las horas del día de Jaime Rosales por muchos motivos: película de pocos diálogos con un personaje psicópata que actúa amparado por la careta de la normalidad. Si Rosales enfocaba su historia desde el realismo más depurado, Martín Cuenca prefiere contarnos un cuento de amor envenenado con reminiscencias pictóricas. Caníbal es un film apasionante: atrapa su impecable dirección de fotografía, la mirada de Antonio de la Torre esconde todo un mundo y la película mantiene en vilo hasta su sorprendente final. En la sala se han oído algunas risas, pero seguramente es el film más triste de lo que va de festival. Se ha hablado tanto de ella que a muchos vecinos de platea les ha sabido a poco: quien escribe sigue atrapado en su universo, aun reconociendo que dista de ser redonda. Hablaremos de la cinta con más precisión cuando termine el festival. Para ese entonces, no sería extraño que De la Torre tuviese la Concha de oro en el salón de su casa.

Mañana es el turno de Gravity y de lo nuevo de David Trueba: Vivir es fácil con los ojos cerrados. De esas y otras cintas os hablaremos en breve. ¡Saludos desde la capital del cine!