jueves, 18 de abril de 2013

Crítica de UNA HISTORIA VERDADERA (THE STRAIGHT STORY), de David Lynch

Deudas fraternales
UNA HISTORIA VERDADERA (THE STRAIGHT STORY), de David Lynch (EE. UU., 1999)
¿De qué va?: Alvin tiene setenta y tres años y apenas puede valerse por sí mismo. Vive con su hija, una mujer discapacitada marcada por un trágico suceso del pasado. Una noche de tormenta recibe una llamada: Lyle, el hermano con el que Alvin hace una década que no habla, ha sufrido un infarto. A pesar de su frágil salud, el anciano decide visitar a su hermano con el único medio de transporte que tiene: su vieja cortacésped. Un viaje que le reconciliará con sus ancentros, su tierra y la vida misma.
Palmarés: Nominación al Oscar al mejor actor protagonista para Richard Farnsworth. Reconocimiento a la mejor película americana y/o extranjera por parte de los Bodil y Robert daneses, el Círculo de Escritores Cinematográficos y Sant Jordi españoles, y los Independent Film Awards británicos. Independent Spirit Award al mejor actor, EFA a la mejor película internacional del 1999, Fotogramas de Plata a la mejor película estrenada en España durante 2000 e incluída en el Top Ten de mejores películas de su año de la National Board of Review, encabezada por American Beauty.
El dato: El guion nace de un relato escrito por Mary Sweeney, productora y pareja por aquél entonces de Lynch, y este a su vez se inspira libremente en un caso real. Lynch, decepcionado después de que la ABC cortase las alas a la serie Mulholland Drive por distintas desaveniencias tras la presentación del episodio piloto, leyó entusiasmado el guion de Sweeney y Roach y decidió rodar la película ese mismo año. El film contó con 9 millones de dólares de presupuesto y treinta días de rodaje en orden cronológico. El equipo de la película trabajó a contrarreloj para evitar que la climatología no afectase a la narración. El film vio la luz en el Festival de Cannes 1999, y aunque era la apuesta favorita de los críticos junto a Todo sobre mi madre finalmente no consiguió ningún premio por parte del jurado que presidía David Cronenberg. Farnsworth murió en octubre del año 2000, tras convertirse en uno de los actores más ancianos en conseguir una nominación al Oscar y recibir todo tipo de premios y nominaciones. Mulholland Drive finalmente se reconvirtió en película: en ese ocasión Lynch ganó la Palma de oro al mejor director, optó al Oscar al mejor realizador y repitió el éxito de Una historia verdadera.


Comentario: Lynch sorprendió a finales-inicios de milenio con este western crepuscular aparentemente alejado de los mundos truculentos del director. En la hazaña del anciano que busca redención y que revisa su existencia antes de poner punto y final a su camino vital pervive la ironía y la excentricidad de su autor: en los márgenes de la carretera están los universos cercanos pero extraños, reconocibles pero tenebrosos de la serie Twin Peaks o el clásico Terciopelo azul. Una historia verdadera es un lúcido retrato de la vejez sin sentimentalismos ni edulcorantes, un Lynch que deja poso más allá de cualquier juego formal. Una película redonda que cultiva el silencio, potencia la reflexión y alimenta el alma: Lynch finalmente filma las complejidades de la geografía humana a la vez que explora esa Norteamérica rural de far west enquilosada en el tiempo. El film sigue también inmutable al paso de los años: sigue siendo una película tremeda, de una capacidad de síntesis asombrosa, con una poética austera pero absolutamente conmovedora poco o nada frecuente en el cine norteamericano posterior. Una historia verdadera tiene la entidad de clásico instantáneo, la consistencia de esas obras que son capaces de realzar toda una carrera. Lynch, ecléctico e iconoclasta sin causa, ha seguido trabajando en multitud de proyectos y parió otra obra mayor: Mulholland Drive. En cambio, Richard Farnsworth se despidió de nosotros con el film, que en sí mismo es la crónica de una despedida. La desaparición de Farnsworth no ha hecho más que sumar significados y recurrencias a una obra que como los títulos capitales son universos coherentes y cerrados, a su vez evocaciones de otros universos y descripción inteligente de nuestro mundo. De esas historias que nos acompañan para siempre: ¡qué interesante es imaginar un visionado futuro de la cinta, cuando tengamos la edad de su protagonista!


Para los que buscan la esencia de la vida hecha imágenes.
Lo mejor: Pocos consiguen que 'menos' sea 'más', 'mucho más'.
Lo peor: Algunos malinterpretarán su final.

Nota: 8'5

2 comentarios:

robert dijo...

Per als detractors del món lyncherià, la seva millor pel•lícula... I per als entusiastes del director, la més fluixa. No plou mai a gust de tothom!

Ana Rozas dijo...

El filme tiene una frase tremenda:

"-Qué es lo peor de la vejez?
-Recordar cuando eras joven."

Algo así.. Una historia bellísima, saludos.-