jueves, 14 de febrero de 2013

OSCARS '13: MEJOR DIRECTOR

Los nominados al Oscar al mejor director son:


MICHAEL HANEKE, por Amor (Amour)
A favor: Tras 25 años sacudiendo a medio mundo con sus cortantes pero nutritivas películas, nadie duda que Haneke es uno de los grandes cineastas vivos. El hecho de que empezase a hacer cine ya mayor y que ahora el éxito de Amor le pille con más de 70 años es una garantía: los votantes lo verán como un autor consagrado, y además pueden entender que esta es la única oportunidad que tienen de premiar a uno de los nombres que ya aparece en los libros de la mejor historia del cine. Concentrará el voto responsable y el periférico, en otras palabras, el que dio a Haneke el EFA y otros tantos premios. El año de premios ha sido tan inusual que nadie duda que mejor director y película irán por caminos distintos: si Spielberg termina yéndose de vacio, Haneke se impone como la gran alternativa. Debe apuntarse aquí el hecho de que Haneke no fuese premiado por La cinta blanca: la Academia, en definitiva, está en deuda con él. Mientras que los cuatro nominados viven y trabajar en, por y para la industria de Hollywood, el cine del austríaco sólo se rige por convicciones personales, una libertad que le convierte en el joker de la categoría. Recordemos el caso de Polanski: los académicos tienen aquí una ocasión de oro para demostrar que están al tanto del cine verdaderamente importante de los últimos años aprovechando que Haneke ha brindado su película más tierna.
En contra: Tanto recaudas, tanto valor tienes, y Haneke es el pobre del quinteto por el factor económico y por no haberse gestado dentro de la maraña Hollywood, algo que sí puede decir el novato Zeitlin. Si revisamos la historia, es importante destacar que muy pocos directores europeos no británicos han tenido presencia aquí, y mucho menos el premio: solo el deseo imperioso de premiar con más de un galardón a Amor y la necesidad de recolocar las otras películas en las distintas categorías a efectos de palmarés puede llevar a Haneke al premio. El director está aquí más por un ejercicio de insistencia y convicción de sus acólicos que como resultado de una campaña publicitaria brutal: en este sentido, Spielberg, Lee y Russell le sacan mucha ventaja en la carrera. Y si hablábamos de la libertad creativa de Haneke, hay un hecho colateral: el austríaco no necesita el Oscar, ni tan siquiera parece esperarlo, mientras que Russell necesita reafirmarse en Hollywood y Zeitlin abrirse las puertas. La presencia de Haneke aquí da postín a la categoría y a los Oscar en general, pero la victoria del pez pequeño no entra en la lógica académica. Al fin y al cabo: ¿alguien sabe en Norteamérica quién es Haneke?


BENH ZEITLIN, por Bestias del sur salvaje
A favor: El voto preferencial ha tenido una consecuencia clara: las películas con mayor número de fanáticos han subido como la espuma, aunque eso no quiera decir que en líneas generales esos sean los títulos que cuentan con más apoyos entre las filas academicistas. Digámoslo de otra manera: Zeitlin está aquí porque muchos lo marcaron en la primera posición de su papeleta, no porque a nivel global fuese el más citado por los académicos. Superada la etapa previa de nominaciones, ahora la pregunta es otra: ¿esa pequeña pero significativa nómina de fans de Bestias del sur salvaje será lo suficientemente fuerte como para dejarnos a todos con la boca abierta y firmar el Oscar al mejor director más insólito de los 85 años de premios? Creemos que no. Aun así, Zeitlin juega a ganar porque la nominación ya es una victoria. En cambio, para Spielberg o Lee no imponerse aquí sí sería una sonora derrota. Los Oscar parecen reivindicar su independencia con el resto de premiaciones y ello puede culminar con un premio para Bestias del sur salvaje. Ser el recién llegado también tiene su parte positiva: no tiene enemigos, y su inexperiencia podría no ser un escollo siempre y cuando no quieran premiar ni a un ganador anterior (Lee, Spielberg) ni a un autor fuera de la órbita Hollywood (Haneke). Zeitlin tiene esperanzas. Pocas, muy pocas, pero alguna. Y por qué no: puede concentrar el voto rebelde.
En contra: El Oscar al mejor director reconoce carreras casi siempre dilatadas y Zeitlin acaba de aterrizar. Llevar la banda de 'nominado' en su primera película es ya un honor y ello le abrirá muchísimas puertas con las que seguramente no contaba cuando estaba en el set de rodaje de Bestias del sur salvaje. Zeitlin puede convertirse a corto plazo en un director como Russell,  o lo que es lo mismo, un nombre personal que convive con el brillo del blockbuster a pequeña escala. Si es así, y si los académicos tienen perspectiva, Zeitlin volverá a tener más opciones de premio. Un Oscar ahora, vaya, sería del todo prematuro. Aunque en su currículum brillan las buenas reseñas conseguidas en Sundance y Cannes, la posibilidad de que concentre el voto 'festivalero' es poco probable con un buque insignia como Haneke en el ring. La suya ha sido la película menos vista del grupo. En resumen, mucho se tienen que torcer las cosas para que Zeitlin gane el Oscar, y más cuando todos sus boletos se concentran en la figura de Wallis.


ANG LEE, por La vida de Pi
A favor: Hace trece años Sentido y sensibilidad estaba nominada en mejor película pero no Lee en mejor director. Ahora la presencia de Lee aquí demuestra, como el protagonista de La vida de Pi, y más (no nos cansaremos de repetirlo) en una season awards con tantos altibajos, que es un superviviente. Aunque Lee es taiwanés, a estas alturas ya es tan norteamericano como Spielberg, su bagaje en alfombras rojas es considerable, el perfil y el número de sus votantes potenciales crece año tras año y La vida de Pi llega a la recta final con 11 generosas nominaciones, más que suficientes para justificar un reconocimiento a Lee. Es el autor que mejor ha sabido jugar con los distintos aspectos formales de su film: ser el único director nominado por una película en 3D, y vaticinando que la película tendrá tres o cuatro medallas en apartados técnicos, da fuerza a Lee. Es más: posiblemente Lee será el más apoyado por los distintos gremios excepto por el de los actores, que pueden repartir sus abrazos entre Russell y Spielberg. La vida de Pi puede ser la película más completa: bella, cargada de mensaje, innovadora, original, de rodaje complicado, de una apuesta visual arriesgada y encima la más taquillera de la temporada. Lincoln encarna la solemnidad del libro de historia y La vida de Pi es más espiritual: dependerá, en definitiva, del humor de los votantes.
En contra: Nos acogemos a la historia para decir que Argo no ganará. Y si esta falla, siempre nos quedarán los números, casi siempre infalibles. Pongamos que Argo gana película, guión y montaje, y que como se espera La vida de Pi encuentre su espacio en efectos especiales y banda sonora original con la posibilidad de ganar también en fotografía o sonido. Un empate a tres, para redondear. ¿Y Lincoln? De ahí que el Oscar de Spielberg tenga un valor decisivo: equilibra la balanza. Si se trata de poner 'a peso' su número de premios, Spielberg al menos cuenta con el apoyo de un par de asociaciones de críticos, algo que podría parecer insignificante pero que en un quinteto sin moros en la costa (léase Affleck y Bigelow) será decisivo. Los Oscar no valoran al director que mejor se maneja en los distintos campos técnicos (Bigelow ganó a Cameron) sino al realizador de la mejor película: nueva ventaja de Spielberg sobre Lee. En un año 'normal' Lee aunaría el voto alternativo, pero ahora las tornas se han dado la vuelta: Lee figura aquí por la película más comercial y Haneke toma fuerza como 'señal de calidad'. Hay que contar con el voto de los actores para ganar y La vida de Pi ni tan siquiera estuvo nominada en los SAG. Lee ya ganó este Oscar por Brokeback Mountain sin imponerse en mejor película: ¿repetir la misma jugada seis años después no sería un poco cruel? Aunque bien pensado.... ¡Spielberg también puede repetir esta curiosa gesta!


STEVEN SPIELBERG, por Lincoln
A favor: Las relaciones entre la Academia y Spielberg se rigen por la ley del péndulo: hay tantos éxitos como sinsabores. Sin ir más lejos, el año pasado War Horse consiguió un tímido espacio en la lista de candidatos pero no fue mencionada Las aventuras de Tintín. Este 2013 puede suceder lo mismo que ya tuvo lugar 15 años atrás: de seguirse el patrón, Spielberg ganaría aquí mientras Argo triunfaría en mejor película, y en cuestiones numéricas tanto una como otra acabarían casi empatadas. Sin Affleck y Bigelow en la competición, pensemos que hay un perfil de votante que apostó por un thriller histórico, y ese género ahora solo lo representa Spielberg, que a su vez seguirá copando el voto de sus incondicionales. Tras una carrera tan dilatada, Spielberg es el que cuenta con más amigos en el seno 'academil', dato que puede decantar la balanza en una noche tan reñida. Lincoln ha sido uno de los proyectos más ambiciosos del cineasta, el que más tiempo le llevó levantar y el que mejores críticas ha conseguido dentro y fuera de Norteamérica: ello relaciona el film actual con los otros dos títulos de mayor envergadura narrativa y técnica de Spielberg, La lista de Schindler y Salvar al soldado Ryan, justo los dos títulos por los que se llevó la estatuilla a casa. Quienes defiendan a Lincoln en todas las categorías repetirán aquí su apoyo. Y quienes no acaben de congratular con el film lo votarán, pensando que en el conjunto de la gala este Oscar tendrá un valor compensatorio y que en el conjunto de su carrera un tercer oro es mérito más que justo para el llamado Rey Midas.
En contra: ¿Hasta qué punto le ha afectado a Spielberg la campaña 'antiLincoln' que ha corrido como la pólvora estos últimos meses? ¿Por qué se habla de premio 'por descarte' cuando estamos hablando de una de las mentes capitales del cine mundial de las últimas décadas? El hecho de que se dude de sus posibilidades ya es muy significativo y puede agrupar el grueso de votos hacia otras vías. En una gala donde Deakins puede recibir su primer Oscar, por citar un caso de meganominado todavía sin reconocimiento, podría ser demasiado un tercer oro para Spielberg: Haneke y Zeitlin encarnan mejor esas ansias de cambio, renovación o 'caras nuevas' que parece pedir la Academia, algo que en general afecta a toda la película, desde la banda sonora del mítico Williams hasta las posibilidades de Field y Lee Jones. A juzgar por las últimas galas, muchos votantes entienden que Lincoln sólo merece valorarse por la interpretación de su actor protagonista: un único premio para Day-Lewis es además de factible coherente con lo visto los últimos meses. Las citadas La lista de Schindler y Salvar al soldado Ryan se centraban en episodios históricos y contiendas de fama y valor universal, mientras que Lincoln se centra en un capítulo crucial... pero sólo en Estados Unidos: con Haneke pisándole los talones y con la posibilidad de que este concentre el voto europeo, Spielberg no debe ni puede tenerlas todas consigo.


DAVID O. RUSSELL, por El lado bueno de las cosas
A favor: Solo hay dos caminos para Russell en estos Oscar, visto que la película ha gustado hasta el punto de ser la primera en 31 años en estar presente en las 8 categorías consideradas principales, destacando las 4 interpretativas. Posibilidad uno: su película no gana pero encuentra espacio para alguno de sus actores y el guion adaptado. Posibilidad dos: su película gana, uno o dos miembros del reparto consiguen la estatuilla y Russell, como responsable de la mejor cinta, arrastra el premio a mejor director a sus arcas. No hay más. Russell dista de tener la personalidad de Haneke, la frescura de Zeitlin, el peso de Spielberg y la versatilidad de Lee. A falta de ver cómo se desarrollará la carrera todavía en ciernes de Zeitlin, Russell es objetivamente el peor cineasta del grupo. Pero no ha dirigido la peor película, y eso hace que figure entre las posibilidades que no se pueden descartar. Los que piensen que la tarea de Russell como director de actores ya quedó valorada con los dos Oscar de The Fighter, ahora puede que quieran ir un peldaño más arriba y valorar a Russell en la categoría reina. Russell firma el guion de su película, detalle que muchos valoramos enormemente y que coloca su nombre, ni que sea a nivel moral, por encima del de los demás, a excepción del de Haneke. Affleck, posible premiado en calidad de productor de Argo, simboliza el artista que pocos pensaron ver en élites tan altas: con Russell, director harto polémico y de trayectoria desigual sucede un poco lo mismo, por lo que el mejor complemento a la victoria de Argo sería un premio aquí para el director de Tres reyes y Extrañas coincidencias.
En contra: Su mala fama de persona arisca e intratable que fuerza a sus actores hasta límites insospechados y cuyas enemistades en la industria por poco consiguen acabar con su andadura en Hollywood. Russell ha renacido de sus propias cenizas, como su protagonista: la nominación ya es un premio, y más cuando su nombre figuraba por detrás de otros que finalmente no han sido convocados. Con Argo venciendo en los SAG, la duda de si los académicos se volcarán con De Niro y la no nominación del film ni en mejor película ni en mejor director en los Bafta son pruebas de que los votos que conseguirá Russell en esta recta final serán contados. Es el único que representa a una comedia, género con poca tradición en los Oscar: la Academia ya romperá suficientes moldes premiando a Argo y un Oscar para Russell sería otra sonora injusticia. Los Weinstein han echado toda la carne en el asador para promocionar El lado bueno de las cosas, pero Russell no ha contado con 'for your considerations' propias, dato que refuerza la sensación de que este Oscar se da por perdido incluso entre los responsables del film.


QUINIELA DE LOS LECTORES (Votos: 206)
1. STEVEN SPIELBERG, con 97 votos (47%)
2. MICHAEL HANEKE, con 59 votos (28%)
3. ANG LEE, con 22 votos (10%)
4. DAVID O. RUSSELL, con 20 votos (9%)
5. BENH ZEITLIN, con 8 votos (3%)

QUINIELA DEL BLOG
1. STEVEN SPIELBERG, por Lincoln
2. MICHAEL HANEKE, por Amor (Amour)
3. ANG LEE, por La vida de Pi
 4. DAVID O. RUSSELL, por El lado bueno de las cosas
5. BENH ZEITLIN, por Bestias del sur salvaje

Y si el blog votase...
1. MICHAEL HANEKE, por Amor (Amour)
2. STEVEN SPIELBERG, por Lincoln
3. DAVID O. RUSSELL, por El lado bueno de las cosas
4. ANG LEE, por La vida de Pi
5. BENH ZEITLIN, por Bestias del sur salvaje


2 comentarios:

UGGO dijo...

Buen análisis.

La cosa es de 3, Spielberg, Lee y Haneke.
La pregunta es, se tareverá la academia darle al Midas un 3ro (sin ganar película), un 2do al taiwanes (sin ganar película) o premiar al único que ha ganado premios de dirección y estar en los bafta y representante de la parte alternativa e internacional de los nominados, es decir Haneke.

Esta elección, si recuerda bastante a la de Polanski, un cineasta que con su film más accesible y de peso académico consiguio un merecido Oscar.

Además, filmes como "Lincoln" y "Life of Pi" yo los premiaría más como un todo película y no solamente por dirección, o ambos, no veo ganando uno sin lo otro.

Russell y Zeitlin si ganan algo ellos, será por guionista y no por dirección.

Esta edición, practicamente los Oscar tienen todo para ganarse a la prensa internacional y quitarse las malas críticas, "Hollywood se rinde ante Haneke, mejor director y Riva mejor actriz" y el boom fuera enorme (mucho más que la ganadora de película o cualquier otro director) e incluso los antioscar se sienten atraídos por lo que ocurrira con el austriaco.

Además ya me imagino las notas con Affleck si hubeise ganado director; el ex de JLO ganó, los antioscar; gano mejor director...en serio!, el protagonista de Daredevil... etc.

XD

Ojalá gane Haneke, si gana Spielberg que gane ambos.

Anónimo dijo...

Tengo la sospecha que en el rengón de direcciòn, la cosa está entre Haneke y Lee
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Y en cuanto a mejor película..."Argo"