jueves, 20 de diciembre de 2012

Escalofriantemente divertida: Crítica de EL ALUCINANTE MUNDO DE NORMAN

Primero supimos que el cine de animación no era cosa de niños. Luego comprobamos que los avances tecnológicos no dilapidaban el tradicional concepto de cine animado sino que lo ampliaban a nuevas posibilidades, texturas y narrativas. Y finalmente asistimos a la eclosión de una animación anclada en lo gótico que venera y cita sin pudor a su dios y referente Tim Burton, títulos tan diversos venidos de nombres directamente vinculados al universo burtoniano (Los mundos de Coraline de Selick) o de autores de cinematografías y estudios más pequeños pero plena inventiva (la española O Apóstolo, por citar un film de este año). El alucinante mundo de Norman abre una nueva vía, y si Burton era el maestro ahora este ha sido superado por su discípulo. Si la reciente Frankenweenie nos mostraba un Burton muy depurado que homenajeaba a sus mitos del cine de terror, esta El alucinante mundo de Norman se alimenta de un espíritu muchísimo más joven, loco y cinéfilo. El alucinante mundo de Norman es un festín, no solo por sus referencias sino porque ha sabido superar el guiño en pos de una trama muy divertida. El alucinante mundo de Norman tiene personajes bien perfilados, un notable sentido del ritmo y un humor negro muy bien dosificado. Realmente divierte y realmente da miedo, una vividez zombi poco frecuente en el último cine de animación. A partir de la clásica figura del niño marginado con extraños poderes, la película salta de escenario en escenario y nos arrastra hasta el corazón de una hazaña disparatada. Tan pasada de rosca que resultará demasiado inquietante para los pequeños de la casa, y tan oscura que pondrá los pelos de punto a los padres que asistan por placer u obligación a la ineludible sesión navideña con los peques. Tiene mucha enjundia, y entre los primeros fotogramas y la moraleja final hay tanto desvarío que es imposible no quedar absorbido por su remolino de serie B con ramalazos de Halloween, Frankenstein y La noche de los muertos vivientes, incluso de Donnie Darko. Uno de los grandes títulos de animación del 2012.


Para los que busquen una película navideña, familiar... pero irreverente
Lo mejor: La escena del baño.
Lo peor: Por desgracia muchos añorarán las formas tradicionales.

Nota: 7

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