domingo, 26 de septiembre de 2010

LA MALA FAMA DE LA CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA


El DRAE da varias definiciones de la palabra 'crítica'. 'Crítica' es todo lo relativo a la crítica, y los que la ejercen parecen ser bastante críticos. El crítico hace un 'juicio público de una obra', pero la palabra 'juicio' que propone el diccionario es demasiado grave porque el crítico, por desgracia, carece de autoridad. Y 'crítica' también puede ser 'censura' o cosa relacionada con la 'crisis', toda una gracia. No hay un apartado para la 'crítica cinematográfica', seguramente porque el manual la debe considerar innecesaria. Parece que el resto del mundo también. Porque cuando se habla de crítica cinematográfica, todo el mundo cierra los ojos. Que alguien tenga el valor de hablar, incluso mal, de una película es algo que la gente más o menos cinéfila no llega a comprender. Se confunde el ser 'crítico' con el ser 'criticón', el 'criterio' con la 'jodienda'. El crítico de cine puede no tener estudios, o tener una formación muy diferente a la de otro crítico. El crítico parece salido de la nada y se cree con la autoridad de poder alabar, cuestionar e incluso aplastar con palabras y formas muy engoladas las películas que se le antoje. 'Es que el crítico de cine es un tocapelotas', dicen, y debe ser así porque la gente no toma sus precauciones y sigue consumiendo esas películas que nuestras queridas revistas de cine directamente ignoran. Me costaría decir alguna disciplina artística, algún ámbito de la ciencia o de las sufridas letras, que pueda permitirse el lujo de prescindir de sus intelectuales. Con el cine no ocurre lo mismo, quizás porque es el arte más popular y, al ir vinculado a las necesidades y exigencias del espectador, cualquier agente que actúe entre éste y el propio celuloide siempre será recibido como una traba. En un panorama cinematográfico en el que los cines no proyectan nada o casi nada de lo que se ve en los festivales, en una época en que ni los festivales se nutren de propuestas interesantes, en un tiempo donde un premio importante no es una garantía de taquilla, en un desigual sistema de proyección donde se dan cita mayorías minoritarias y minorías muy arraigadas, y en un momento en que los gustos de la audiencia parecen más imprevisibles que nunca, la crítica se ha ido devaluando, incluso hasta el punto que muchos críticos han atacado a sus compañeros de oficio. Al cine va gente joven, adolescentes tanto de edad como de cerebro, y no deben ser ellos los que decidan qué debe o no pasar a la prosperidad del séptimo arte. El historiador puede ser crítico con la historia, porque ese es su ámbito de estudio; al crítico de cine le ocurre lo mismo, pero no ha encontrado ninguna palabra para definir ni esa profesión, que no queda bien delimitada ni para los que aspiramos a ser críticos, ni ese ámbito de estudio, porque el crítico puede fácilmente acabar siendo cineasta, sociólogo u ocupar otro status. Ser crítico es todo y a la vez nada. Ser crítico de cine es ir a contracorriente, y querer serlo es ya directamente un acto de rebeldía. Y en el caso de los bloggeros, que carecen de un medio potente que les respalde y que escriben desde la absoluta libertad, la mala fama es aún mayor: somos altaneros por sistema. Por si acaso, este blog intentará hacer 'reseñas', no 'críticas' de cine. Que es lo mismo pero no suena igual. Hay que volver a la etimología para entender el por qué de tanto prejuicio: la 'crítica' no gusta a nadie. Siempre será mejor criticar que ser criticado, y aunque el colectivo 'critique por criticar' siempre quedará mejor no formar parte del juego. Por si acaso, nunca confiesen su condición de críticos: digan que son cinéfilos, incluso cinéfagos, y así evitarán muchas discusiones. La crítica cinematográfica, sea lo que sea eso, está en horas bajas. Qué le vamos a hacer...


5 comentarios:

elprimerhombre dijo...

Yo ni por asomo me considero un crítico cinematográfico (bueno, si dar mi opinión ya es criticar, pues entonces lo soy); sobre todo también porque me falta mucho cine por ver para ser un crítico. Además, mi manera de comentar algo sobre una película siempre viene de la motivación que me haya despertado y siendo lo más objetivo posible. También es verdad que puede ocurrir que una película me haya gustado tanto que me soprepase en los halagos, apareciendo más lo subjetivo que lo objetivo; o que una película no me haya sugerido mucho pero crea oportuno destacar ciertos logros cinematográficos; o, hasta en sentido contrario, que una película no me guste nada y la llegue a dejar muy mal pero intentando complementarlo con ejemplos.

Y referente a esto último, quiero acabar diciendo que por mi parte da igual que una película sea una obra maestra o un clásico consagrado; si, como antes he dicho, su historia no me motiva en absoluto y no ha despertado en mí ninguna emoción, seguramente no daré mi recomendación.

Un saludo!

Elena dijo...

Yo creo que el gran problema es que la mayoría de los "críticos oficiales" han decidido basar sus artículos en lanzar pedradas, o sacar las filias y fobias personales con los directores o los actores. Parece que siguen la máxima de que son mejores críticos cuando destruyen con más inquina.

Se puede "poner a parir" una película con más sutileza que como lo hacen ellos, y por eso creo que gran parte del público renegamos de sus opiniones. Además suelen también rellenarlo con frases grandilocuentes, intentando demostrar que ellos saben lo que es arte porque son unos intelectuales y los espectadores no tienen ni idea.

Creo que se puede dar una opinión, como hace mucha gente ahora en internet, desde el respeto por el trabajo de otros...además muchas veces se les olvida que los gustos cinéfilos son subjetivos y su opinión, ni la mía, ni la de nadie, es verdad absoluta.

Jejeje, creo que he dejado claro que gran parte de la profesión criticona no suelen ser de mi agrado, pero sí, hay excepciones.

Saludos!!

Monchovader dijo...

todos somos criticos por nauraleza, y eso no es por otra cosa que el instinto natural de no estar de acuerdo siempre con todo, asi que desde ese primicia nace la critica, destructiva o constructiva, como se le quiere llamar

los criticos de cine son odiados cuando dan una mala reseña y no se esta de acuerdo, pero cuando queremos amar una pelicula y un critico la ama igual, amamos al critico tambien

como sea, nuestro critico interno nos lleva a discusiones y desacuerdos, pero tambien a acuerdos y grandes charlas

saludos, buen articulo

Paula Lago dijo...

Uy cuántas cosas quisiera decir jaja. Primero muy buen artículo, no es fácil ponerse a reflexionar sobre algo que por estos días es tan indeterminado como la figura del crítico.Y digo por estos días porque si hay algo que terminó por defenestrar a la crítica "seria" o "profesional" es justamente el mundo de los bloggers. Seamos honestos, el espectador medio no lee sobre cine, apenas se fijará cuanto mucho qué calificación le ponen a un film y ya; el que lee es el cinéfilo, el que quiere ver porqué ha gustado o no un film y el que en definitiva tiene algo para decir- bueno o malo- con respecto al producto que se critica. Criticos somos todosen cierta forma pero desde que ahora los cinéfilos nos juntamos a escribir ahora la crítica se arma desde lo virtual. Fijate un ejemplo, aquí en Argenitna un actor conocido Boy Olmi, apeló a mandar a todos los bloggeros los kit de prensa para su nueva película(sangre del pacífico) antes casi de armar el site oficial del sitio! Finalmente ya estabamos todos con la noticia en la boca y hasta con entrevistas de por medio al director!! Antes eso era cosa de un reducido número de periodistas o "entendidos" que por decirlo de alguna manera, reglaban sobre buen o mal cine y uno, el espectador, ahi quedaba con su Jesús en la boca sin poder rebatir nada.

ElChapa dijo...

Como siempre, en el momento preciso y con las justas palabras, captas la situación a la perfección. Excelente artículo, plagado tanto de verdades como de preguntas. En principio, creo yo, el espectador, el oyente (que también funciona como espectador) y el lector -por poner tres ejemplos artísticos clarísimos- tienen casi la obligación de ser críticos sobre la experiencia que tienen frente a una obra de arte. Por algún lado estamos los que en cierto momento decidimos ser un poco más críticos, tratando de fundamentarnos y aportar alguna que otra cosa más (lo que fuere) a la cuestión. Pero eramos -somos- críticos desde antes, como todos.

Saludos Sospechosos!