lunes, 18 de enero de 2010

Crítica de EN TIERRA HOSTIL (THE HURT LOCKER)

Hollywood está dispuesto a cicatrizar la herida de la Guerra de Irak, una brecha que sigue abierta, por muy difuminada que parezca. Los oros que está coleccionando The hurt locker así lo prueban. Pero el film de Bigelow está entre los grandes de todos los rankings por distintos motivos; el principal, por ser thriller de enorme intensidad con una trama que va de menos a más y un personaje protagonista sumamente atractivo en todos los sentidos. La guerra resta filmada como un ejercicio de realidad bastante pulcro. La cámara se zarandea y se llena de mugre entre calles polvorientas, reyertas y escenas de camaradería salvaje. Y más allá de sus virtudes, The hurt locker goza del beneplácito de aquellos títulos que están en el sitio y en el momento adecuado: sólo ello explica que la cinta conquiste terrenos a los que no llegó en el pasado Redacted o Camino a Guantánamo. Desengañémonos: esta es una cinta de saliva, sangre y carne yanki, una película que busca el entretenimiento y relega toda metáfora a un segundo plano. The hurt locker no es ni tan radical ni tan clásica como parece: aunque imita la apocalipsis de Kubrick (ese soldado que, ataviado con un traje de formas astronautas, salta y muere tras la explosión de un pequeño artefacto), a ratos se impone el ritmo de una película de guerra filmada por Paul Greengrass. Bigelow no juzga a sus personajes, sabe alimentar un efectivo in crescendo narrativo y tiene mano firme para las escenas de acción. La frialdad de la propuesta se impone porque, si la guerra es una droga y un juego tan incomprensible como banal, la película retrata la contienda con distancia, sin que el espectador empatice con nada ni con nadie. Como resultado, las escenas de acción no son emocionantes, atesoran la tensión justa y necesaria para enmarcar la cinta como propuesta indie de palomitas, pero también como título delicatessen que, a su manera, cambia sin reinventar las directrices del género guerrillero. La ausencia de ideología acaba siendo la rúbrica de The hurt locker: el espectador entiende las últimas palabras del joven soldado afroamericano, harto de tanta batalla a falta de dos días para volver a su casa; también comprendemos al sargento James, una persona que no está a gusto en Irak, pero aún menos en un primer mundo que no se adecua a sus necesidades y excentricidades. La guerra en The hurt locker da vida y mata, tiene sentido y a su vez carece del mismo. Una película, en definitiva, que abraza el debate sano desde una historia austera, a medio camino entre el thriller para todos los públicos y lo inclasificable.



Otro rasgo a destacar es la sinceridad de la estructura dramática, perfectamente dividida en una presentación breve, un nudo caótico y un desenlace potente. El inicio nos presenta un grupo de soldados que juegan a ser soldados. Han visto películas bélicas, juegan a videojuegos violentos y ahora simulan ser piezas importantes de una partida de ajedrez que, al final, deviene mortal. El personaje que fallece, posibilitando después la aparición del coronel James, es víctima de un error, una chiquillada. En The hurt locker hay dos bandos, pero no una base o doctrina que los separe. De esta forma, el soldado apunta con su arma y mira las caras curiosas, posibles amenazas, que se esconden entre carreteras y balcones. El pelotón actúa por separado: la armada americana se presenta sin ningún tipo de cohesión, tampoco de forma dura, hiriente, crítica. Y con la entrada de James en el juego, todo se complica. Cada día, como dice uno de los seres de la masacre, se tiran los dados y se decide el destino de jóvenes militares. James no ayuda: revisa los explosivos de un coche con extraña delectación, casi excitación; se introduce en campos de minas casi a ciegas. James alimenta la guerra porque, con sus proezas, la contienda parece estar bajo control; la guerra alimenta a James, porque el personaje no conoce nada más que el rifle, colecciona los cables de todas las bombas desactivadas y rehuye de su vida en Norteamérica. James es valiente, pero también un cobarde: véase su reacción cuando vé muerto al niño que días antes le había vendido unos dvd's pirateados. James se siente utilizado, llega a atisbar por unos momentos la crueldad de la guerra, llega a detestarla, llega a perderse y a enloquecer de forma definitiva... pero la emoción se vuelve a imponer y un soldado termina herido como resultado de su enésima imprudencia. El final juega al despiste y Bigelow se revela como valor importante: en el que no sabemos si es un flashback o un flashforward, vemos la vida de James con su esposa y su bebé. La escena del supermercado tiene un planteamiento genial: él y ella tienen diferentes carritos de la compra y la cámara nos indica que James no sabe qué paquete de cereales escoger (o lo que es lo mismo, cómo ser un padre, un ciudadano maduro en la Norteamérica del S. XXI). Bigelow cuenta mucho en pocos minutos, y la cinta acaba aquí, en su apogeo más lírico, con nuestro protagonista volviendo a la catástrofe. Excelente.


Jeremy Renner, actor hasta la fecha bastante desaprovechado, consigue aquí su gran papel, su más que posible y merecida primera nominación al Oscar. El resto de reparto, con nombres ocultos como Evangeline Lilly, David Morse, Guy Pearce o Ralph Fiennes, no desentona. No es, ni de lejos, un film oscarizable, pero el patrón de 'film de Oscar' ha cambiado demasiado para eliminar a The hurt locker de nuestras quinielas. No es un título excelente, pero sí un más que decente relato sobre jóvenes en guerra y guerras ya viejas. Le deseamos suerte, aún sabiendo que no la necesita.


Nota: 9

9 comentarios:

Jorge Moreno Celaya dijo...

Exacto no es un film oscarizable... pero lo será al menos en nominaciones, muy buena la dirección de Bigelow!...

Saludos!

VitoneMen dijo...

Excelente Crítica!
Planeo verla dentro de lo mas posible, la encontre hace muy poco por eso mi retraso.
Personalmente le tengo una fe inmensa a esta cinta, y hasta ahora tu 8 es una de las mejores notas que se han visto por la comunidad bloggera.

Te invito a leer mi crítica de The Lovely Bones, me encantaría ver tu comentario.

Saludos!

ArturO dijo...

Espermos que los Oscar si voten por la dirección de Bigelow, pelicula es improbable. Pero bueno...
Saludos...
Esperando los resultados del Cinerankin..

Unknown dijo...

Hola... La acabo de ver y si bien no es un apocalipsis ahora, no desentona... pero... una pregunta... donde diablos esta el personaje de David Morse???

saludos

Anónimo dijo...

Hola Estuve visitando tu blog y me parece muy bueno no se si te interesaría intercambiar enlaces con mi web http://www.series21.com/

Un saludo
Franck Michel Reyes
WebMaster
contacto: frank@grupogerminet.com
reycastillo08@hotmail.com

Alejandro A dijo...

todo lo que has dicho de ella es lo que he sentido de la película, es muy fría y pretenciosa por momentos pero a la vez tensa e interesante, de acuerdo también con lo que dice Jorgee

saludos!

pender dijo...

Gran película, diferente dentro del género bélico y con una soberbia interpretación de Jeremy Renner.
Mark Boal ha logrado un sólido guión con momentos fantásticos como la conversación final en el jeep.
Y por supuesto la excelente dirección de Bigelow, que consigue una trepidante película.
Una de las mejores del año.
Como ya te dije Xavier, la pongo un 9.
Saludos!

http://cinedemencia.blogspot.com/

Express91 dijo...

Estoy de acuerdo, no es un film de tipo Oscar y por lo tanto la estatuilla dorada no le corresponde pero si apuesto por Bigelow en direccion. Ya vi el filme asi que en breve publicare su critica, espero que la leas y me des tu opinion.

Saludos!

Dialoguista dijo...

Muchas ganas de verla, y eso que no me gustan mucho las pelis bélicas. Pero la comunidad bloggueracinefila la aplaude, asi que a verlaaaaaaaa